Número de inventario: 13046. Talavera de la Reina (Toledo).
Arcilla. 32,5 x 32,5 cm.
Este cuadro formado por cuatro azulejos es un exvoto de tipo pictórico. En Talavera de la Reina existen ejemplos de estos exvotos realizados en azulejo, como era de esperar en este lugar de producción cerámica. En los fondos del Museo hay otro azulejo de la misma procedencia en el que la Virgen interviene para salvar a una mula caída a un río. Este tipo de obras eran de encargo. Suele haber una leyenda que narra los hechos y el feliz desenlace, y su factura es rápida y tosca. Está datado en la segunda mitad del siglo XVIII (N. Seseña, 1975: 151).
Los exvotos nos muestran una especial relación entre la divinidad y el individuo. Es la muestra de agradecimiento del fiel por la intercesión divina ante una petición. El exvoto permite que ese agradecimiento sea público y quede como un testimonio perdurable a través del tiempo. Esta especial relación con lo sobrenatural se ha dado en muchos pueblos mediterráneos precristianos; en la Península Ibérica tenemos el ejemplo de los numerosos exvotos íberos realizados en bronce (J. M. Valadés Sierra 1996 a: 211 y 218).
La escena que nos ocupa es la Virgen del Prado, patrona de Talavera de la Reina, salvando a una joven de un toro que la embiste. La relación entre los mitos de la Virgen y el toro ha dado lugar a muchos estudios. La Virgen, como sucesora de la Gran Madre de las culturas mediterráneas primitivas y asimilada al cristianismo, simboliza la fertilidad, y el toro, la virilidad (C. Delgado Linacero 1996: 348), aunque quien encargara este exvoto sólo viera en el mítico toro la amenaza de un animal indómito.
CLV