Ud está aquí:
  1. Inicio
  2. Piezas
  3. Por orden alfabético
  4. A-B
  5. Aleluya, "Los animales pintados por ellos mismos"

Volver

Aleluya, "Los animales pintados por ellos mismos"

Aleluya, Los animales pintados por ellos mismos
Detalle

Número de inventario: 35188. Madrid.

Papel. 40,8 x 28,6 cm.

Una de las producciones más interesantes de la imprenta tradicional española son las hojas denominadas aleluyas, que en un principio se llamaron “aucas” (del catalán auques). Aparecen estas estampas en sus orígenes como juegos cabalísticos o adivinatorios, para luego pasar a convertirse en un juego de azar, que se prohíbe en el siglo XVII. No se conoce muy bien la dinámica del juego, se presenta como en una lámina en la que aparecen una serie de viñetas numeradas a las que se añaden unos versos al pie.

Una vez abandonada como tablero de apuestas para adultos pasa a manos de los niños convirtiéndose en un juego infantil popular. A partir de aquí se transforman en hojas de lectura infantil a las que se añade una intención pedagógica y moralizante apareciendo aleluyas sobre artes y oficios, sobre los dioses de la mitología clásica, sobre animales, sobre hombres buenos y malos…

Abandonadas por el público infantil se retoma esta forma de contar historias con una intención satírica, de crítica política y social, utilizando temas de actualidad o situaciones de la vida cotidiana, en las que los animales adoptan y ridiculizan comportamientos humanos. Este es el caso de la pieza que nos ocupa, impresa en Madrid en la Imprenta de José María Marés y Compañía a finales del siglo XIX (A. Durán-Senpere, 1971: 76).

En esta aleluya se asimilan los animales representados con acciones y situaciones que satirizan a determinados estereotipos de la sociedad del momento, reforzando la idea que se quiere trasmitir por medio de un pareado. Así, se compara de una forma un tanto descarada al tiburón con los médicos, al sapo y al pavo real con el hacendado, al pájaro con el conquistador, al burro con el sabio, al avaro con el cerdo, a la gata con la señorita remilgada, al notario con la araña, al zorro con el banquero, o la arpía con la mala madre.

MCGR

Subir