La ciudad de Kaunas tiene su origen en el siglo XIII pero no sería hasta el siglo XV cuando se convertiría en uno de los principales puertos de la zona.
Cuando Lituania recuperó su independencia en 1918 a la ciudad de Kaunas, desde 1920 a 1939, se la denominó: “la capital”. Como consecuencia, el Gobierno lituano se trasladó a la ciudad, lo que implicó su rápido desarrollo: la población se multiplicó por ocho y, por tanto, su área se amplió considerablemente. La ciudad fue ampliamente modernizada convirtiéndose en una puerta de entrada para las dinámicas corrientes de la Europa de entreguerras.
Este notable desarrollo económico, cultural, arquitectónico y educativo de Kaunas creó un paisaje urbano que reflejó el modernismo de la Europa de entreguerras y, hoy en día, constituye un punto importante de la herencia de un periodo de oro de la ciudad.