Valencia, Extremadura, Castilla y León, Navarra, País Vasco, Castilla-La Mancha, Andalucía, Aragón, Galicia, Extremadura, Canarias, Baleares, Madrid, La Rioja, Cataluña, Cantabria, Asturias
A lo largo de los siglos, el toque de campanas ha servido como medio de expresión y comunicación en España, cumpliendo una serie de funciones sociales, desde el intercambio de información hasta la coordinación, la protección y la cohesión. Los mensajes codificados que se transmiten a través de los distintos tañidos son reconocidos por las distintas comunidades y contribuyen a estructurar la vida local. Existe una gran variedad de sonidos determinada por las técnicas (repique, volteo o medio volteo) combinadas con las habilidades de los campaneros y las características físicas y propiedades acústicas de las campanas, torres y campanarios. Estos elementos convergen para crear un profundo y rico repertorio tanto en el ámbito religioso como en el cívico para marcar distintos momentos del día, alertar a la población de acontecimientos naturales, como incendios o inundaciones, o de cortejos fúnebres, y anunciar decretos y otras noticias.
Los toques de campana son también una parte central de los eventos, celebraciones y espectáculos locales. La práctica se transmite de los campaneros a las generaciones más jóvenes y a través de grupos u organizaciones de campaneros que, además de documentar e investigar la práctica, también tocan, transmiten, instruyen y difunden el arte del toque tradicional de las campanas. La mayoría de las personas que transmiten estos conocimientos son a su vez jóvenes que intentan reclutar nuevos entusiastas para continuar la práctica.
Listas Patrimonio Cultural Inmaterial UNESCO