Ud está aquí:
  1. Introducción
  2. La huella hispana
  3. Cultura popular: tópicos y estereotipos de lo español

Cultura popular: tópicos y estereotipos de lo español

El siglo XIX contribuye decisivamente a fijar y difundir la imagen de ciertos tópicos que han descrito de manera estereotipada la cultura española, asociándose indefectiblemente, desde entonces, al relato de lo español. En esta construcción escenográfica, la categoría dieciochesca de lo pintoresco y la decimonónica de lo exótico tendrán gran responsabilidad.

España se sitúa en el siglo XIX como el lugar más pintoresco y exótico de Europa. La península ibérica comienza a incluirse en los circuitos del Grand Tour y así artistas, literatos, aventureros o simples viajeros, extendieron, junto a la literatura de viajes, una imagen de lo español cuajada de ideas a veces fantasiosas, otras preconcebidas, en ocasiones ciertas.

Las distintas comunidades extranjeras de comerciantes y diplomáticos afincados en España favorecieron las relaciones entre los coleccionistas de sus países de origen y los artistas nacionales, de manera que comenzaban a solicitarse y producirse las primeras obras concebidas como una suerte de souvenirs o recuerdos de España a través de los que se fijó todo un repertorio iconográfico de imágenes, fundamentalmente figuras de tipos populares y también escenas que captan las actividades de ocio y costumbres de los lugareños. A ello hay que sumar una creciente demanda burguesa, que gustaba de decorar sus hogares con imágenes de temática anecdótica, con un espíritu amable, de lo popular.

El origen de todo este fenómeno está en los primeros relatos que difundieron en Europa las tropas napoleónicas, vencidas por las guerrillas durante la Guerra de la Independencia y que narran el estado atrasado del país así como el carácter singular de sus gentes.

Uno de los grandes lugares comunes en los textos literarios y en las imágenes artísticas sobre España que se difundieron a partir de esa fecha, fue el mundo taurino y todo lo que de él se deriva. La lidia fue vivida con orgullo patrio en el interior de nuestras fronteras y observada desde el exterior con cierta fascinación que se simultaneaba con incredulidad y desasosiego, cuando no provocaba horror.

Pero sin duda, la imagen amable de lo popular fue una de las grandes triunfadoras en esta visión de España dentro y fuera de nuestras fronteras. El baile, notablemente el baile bolero primero y el flamenco después, identificaron lo español por manifestar el supuesto carácter de toda una nación, espontáneo y alegre, a la vez que rotundo y firme.

Mediado el siglo XIX en adelante, la captación de estos tipos populares y de las distintas singularidades territoriales, comienza a conceptuarse de manera diversa, adquiriendo en muchos casos un marcado tono antropológico ya que se inicia también la conciencia de la pérdida paulatina de ese patrimonio.

Acceda al catálogo a través de las imágenes

Subir