Carta en dialecto sardo de Munillio Cicirera y de Giovanni Uta informando a Ugone de Arborea sobre las actividades sediciosas de Nicolo Doria.
El sardo es una lengua romance que todavía se habla hoy en gran parte de Cerdeña. Hay antiguos testimonios de su uso, como esta carta. Una de las consecuencias del llamado Tratado de Anagni, en realidad un conjunto de acuerdos entre Jaime II, el Papa y los emisarios del rey de Nápoles, fue la cesión en feudo al rey aragonés por parte del Papa, del regnum Sardiniae et Corsicae. Jaime II tardó casi treinta años en poder incorporar Cerdeña a sus dominios, y lo hizo en 1323 por medio de su hijo el infante Alfonso, futuro Alfonso III-IV el Benigno. Alfonso conquistó parte del Calaritano controlado por Pisa, acordó vasallaje del juez o soberano de Arborea por su territorio, y pactó con los señores del norte, los genoveses de la familia Doria y la ciudad de Sassari. No obstante, el dominio aragonés en la isla fue durante más de un siglo, de extraordinaria precariedad, y dio lugar a interminables guerras. Ya desde el primer momento, hubo una inmediata rebelión de Castel di Castro o Cagliari, de Sassari y de los Doria. A la actuación de Niccoló Doria se refieren las informaciones que, en lengua sarda, son comunicadas a Ugone II de Arborea, aliado de Jaime II.