Fecha de publicación: 07-03-2022Salto de línea Autoría: Departamento de Difusión del Archivo General de Simancas (AGS)
Desde el Archivo General de Simancas (AGS) celebramos el Día Internacional de las Mujeres 2022 difundiendo uno de los múltiples documentos conservados en este centro relativos a Mayor Fernández de la Cámara y Pita (m. 1643), conocida popularmente como «María Pita», una de las muchas mujeres que se implicaron activamente en la defensa de A Coruña durante el cerco inglés de 1589.
La guerra de 1585-1604 entre la Inglaterra de Isabel I y la Monarquía Hispánica de Felipe II colocó al Reino de Galicia en el centro del tablero estratégico militar, y la ciudad coruñesa (sede de la Real Audiencia y del capitán general) acabó sufriendo duras consecuencias.
El 4 de mayo de 1589 una gran flota inglesa comandada por Francis Drake llegó a la bahía de A Coruña. Integraba unos 130 navíos con más de 23.0000 hombres, de los cuales unos 17.000 constituían el grueso del ejército al mando de John Norris.
Los ingleses desembarcaron y pusieron sitio a la ciudad, donde había una reducida presencia militar, pero muchas armas y provisiones. Sin embargo, no consiguieron tomar el recinto amurallado de la Ciudad Vieja (a pesar de la debilidad de sus muros), debido a la férrea resistencia de sus defensores.
Finalmente desistieron. Las tropas inglesas embarcaron y el 19 de mayo la flota invasora partió hacia Lisboa. Sin embargo, el cerco de A Coruña de 1589 fue un dramático suceso, saldado con muchas vidas perdidas y la destrucción del barrio de la Pescadería.
En la defensa de la Ciudad Vieja coruñesa participaron militares y oficiales de la Real Audiencia, y también sus habitantes: tanto hombres como mujeres y niños (encargados de reforzar las murallas, transportar munición, agua y víveres para los soldados que estaban en la muralla, evacuar heridos, etc.).
Ellas proporcionaron y tiraron piedras, prepararon armas e incluso llegaron a combatir en la jornada más peligrosa de avance del enemigo: el asalto del domingo 14 de mayo. Este día los ingleses minaron y destruyeron parte del muro, subieron a lo alto de la muralla y lucharon cuerpo a cuerpo con los coruñeses. Allí estaban las mujeres, y destacando entre ellas María Pita que perdió en el combate a su segundo marido (Gregorio de Rocamonde, carnicero).
En la Biblioteca Nacional de España se conserva un manuscrito titulado «Diario del sitio de La Coruña por la armada y tropas inglesas en 1589» (Enlace a su descripción y reproducción en Biblioteca Digital Hispánica). Constituye una copia del siglo XIX de un antiguo diario anónimo relativo al suceso que nos ocupa.
En este documento (páginas 222-223) se relata la participación de las mujeres coruñesas en la jornada del 14 de mayo, y se resalta que María Pita, al matar a un abanderado inglés (alférez), aumentó el ánimo de lucha de los defensores que consiguieron así rechazar el asalto inglés:
«En todo tiempo que duró este porfiado asalto, no cesaron las mugeres de proveer de piedras a los soldados y de tirar ellas también por la misma batería, y algunas cargaban los arcabuces y mosquetes por detrás de los soldados, y se los daban y tomaban para que ellos no cesaren de disparar.
El Alférez de los enemigos que subió a la brecha animaba y gritaba a su gente, hasta que una muger llamada María Fernández de la Cámara y Pita [María Pita] tuvo el acierto de matarle, y con esto causó alguna suspensión a los que subían y estaban peleando con los defensores que se cansaban ya, y con esto se animaron y recobraron para repeler al enemigo.»
Aunque la defensa de A Coruña constituyó una empresa conjunta de su población, fue María Pita quien alcanzó el gran reconocimiento popular y acabó por convertirse en mito y símbolo de la resistencia coruñesa. A ello contribuyeron varios factores: los memoriales que ella misma presentó en la Corte para solicitar múltiples cuestiones (como luego veremos), en los que (como era habitual) hacía constar sus méritos y servicios prestados; la rápida difusión de su actuación de 1589 (a menudo adornada con fantasías) por parte de cronistas de Corte y eruditos; el tratamiento histórico de esta mujer en el siglo XIX y su explotación política; etc.
Sin embargo, María Pita tuvo una vida compleja, a menudo desconocida, que transciende ampliamente su actuación en el cerco de A Coruña de 1589 (por mucho que ésta marcase su existencia): se casó cuatro veces; tuvo cuatro hijos (dos mujeres y dos varones) de tres maridos; permaneció viuda la mayor parte del tiempo; estuvo implicada en numerosos pleitos (muchos en defensa de sus posesiones) tramitados ante la Real Audiencia de Galicia (con sede en A Coruña); realizó múltiples gestiones ante la Cámara de Castilla y el Consejo de Guerra, organismos de la Monarquía Hispánica ubicados en la Corte (Madrid), encaminadas a obtener ayuda para ella y sus hijos, a través de la petición de diferentes mercedes (licencias de exportación de mulas o madera a Portugal, sueldo mensual con cargo a la partida de Infantería de A Coruña, oficios para sus hijos, ayudas de costa, etc.).
Por ello, la mayor parte de los documentos de archivo relativos a María Pita, creados durante su vida, forman parte de los fondos documentales generados por las instituciones antes indicadas. Es decir: determinados pleitos del fondo de la Real Audiencia de Galicia, conservados en el Archivo del Reino de Galicia; múltiples expedientes y documentos de los fondos de la Cámara de Castilla (Enlace a su descripción en PARES) y del Consejo de Guerra (Enlace a su descripción en PARES), custodiados en el AGS.
Además, hay que tener en cuenta que en los memoriales presentados por María Pita ante estos dos últimos organismos, a través de los cuales realizaba peticiones concretas (licencias de exportación, sueldo mensual, etc.), ella hacía constar (como era habitual en la época) sus méritos y servicios prestados, lo cual contribuyó a la difusión de su actuación en el cerco de A Coruña.
Las transcripciones de la mayoría de estos documentos fueron publicadas en las obras de Andrés Martínez Salazar (El cerco de la Coruña en 1589 y mayor Fernández Pita...) y José García Oro (María Pita vista por sí misma...).
El documento concreto sobre María Pita que hoy difundimos es una consulta del Consejo de Guerra, fechada en Madrid el 30 de julio de 1606 (AGS GYM,LEG,654,203). Forma parte del fondo del Consejo de Guerra (siglos XVI-XVII) conservado en el AGS, y su trascripción fue publicada por Martínez Salazar.
Los orígenes del Consejo de Guerra, en época de Carlos V, parecen estar en el asesoramiento al rey en cuestiones militares por vía de cámara y, fundamentalmente, a través del Consejo de Estado, configurándose como verdadero organismo autónomo en el reinado de Felipe II. Sus competencias en el ámbito bélico fueron tanto judiciales (en causas de personas con fuero militar, aunque también en asuntos de contrabando, extranjería, represalias y presas hechas en corso, etc.), como gubernativas y administrativas (asesoramiento en política militar; gestión de ejércitos y armadas, y de establecimientos militares, fábricas de armas, arsenales, atarazanas, astilleros, etc.; selección de mandos y cargos militares; mercedes de carácter económico por servicios prestados).
Recordemos que la consulta era el tipo documental a través del cual los consejos transmitían al rey su parecer en un asunto determinado. En la parte superior izquierda de esta consulta figura la relación de consejeros que habían intervenido en el asunto en cuestión (el comendador mayor de León, el condestable de Castilla, etc.), y al final (como signos de validación) las rúbricas de seis de ellos.
En este documento el Consejo de Guerra expuso al rey Felipe III que había visto un memorial de Mayor Fernández de la Cámara y Pita (María Pita) en que solicitaba (debido a los servicios prestados en el cerco inglés de A Coruña) que se le aumentase su sueldo mensual de cinco escudos (concedido en tiempos de Felipe II, con cargo a la partida de Infantería de la ciudad coruñesa), que tras su muerte pudiese percibir dicha paga una de sus dos hijas y que se diese algún puesto a sus dos hijos.
En esta consulta el Consejo de Guerra propuso al rey aumentar tres escudos más el sueldo mensual de María Pita.
En este documento figura información sobre la actuación de nuestra protagonista en el cerco de A Coruña (por ejemplo, que «peleó entre los soldados con su espada, pica y morrión [casco]»). Su transcripción parcial es la siguiente:
«[...] Señor: En el Consejo [de Guerra] se [h]a visto un memorial, que vuestra magestad mandó remitirle, de Mayor Fernández de la Cámara y Pita [María Pita], en que dize que quando el inglés vino sobre La Coruña hizo muchos servicios, por lo qual el rey nuestro señor (que Dios tiene) [Felipe II] la hizo merced de 5 escudos de sueldo al mes en la dicha Coruña; y porque el dicho sueldo es muy poco, se halla muy pobre y con dos hijas que remediar y dos hijos pequeños, suplica a vuestra magestad la haga merced de acreçentarle el dicho sueldo y que después de sus días lo pueda gozar una de las dos hijas, y dar una plaza o entretenimiento a los dos hijos.
El rey nuestro señor (que Dios tiene) [Felipe II] hizo merced a la suplicanta en consideraçión de que, quando los ingleses sitiaron la ciudad de La Coruña y se le dio el asalto, peleó entre los soldados con su espada, pica y morrión [casco], haçiendo traer de su cassa ropa y bastimentos para el reparo de la batería y refresco de los soldados que estavan en ella; y que en esta ocasión le mataron a su marido, quedando pobre con dos hijas; y que después acá, siempre que ha havido nuevas [noticias] de henemigos, se save que [h]a acudido deseando mostrarse en ellas su buen ánimo.
Paresçe al Consejo [de Guerra] que es justo se le crescan [aumenten] tres escudos más al mes sobre los cinco que tiene. Vuestra magestad mandará lo que más fuere servido. En Madrid a treinta de julio de 1606.
(Seis rúbricas de consejeros)»
La decisión real (o más bien la del duque de Lerma, valido del rey Felipe III), favorable a lo propuesto por el Consejo de Guerra, quedó registrada a través del decreto «Como parece (rúbrica)», escrito detrás de la consulta.