Fecha de publicación: 13-12-2022
Fecha de actualización: 20-02-2024 (modificación del párrafo inicial)
Autoría: Departamento de Difusión del Archivo General de Simancas (AGS)
El llamado «Libro becerro de las behetrías de Castilla» cumplió 670 años en 2022. El original (véase imagen 1) se conserva en la colección de Patronato real del Archivo General de Simancas (AGS), con la signatura PTR,LEG,93,18. Para conmemorar este evento se preparó el presente artículo y se incorporó este famoso códice en la exposición «La fortaleza de la memoria: historia y fondos del Archivo de Simancas» (esta pieza ha formado parte de esta muestra entre noviembre de 2022 y febrero de 2024).
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Este libro se elaboró en 1352, en el reinado de Pedro I de Castilla (m. 1369). Su origen está en determinadas peticiones realizadas por los hidalgos en las Cortes de Castilla celebradas en Valladolid en 1351.
Debemos recordar que, en aquel tiempo, en las tierras de Castilla situadas al norte del río Duero había fundamentalmente cuatro clases de señoríos:
Parece que la facultad de los hombres de behetría de elegir sus señores fue causa de frecuentes conflictos, especialmente entre los naturales o diviseros. En las Cortes de Valladolid de 1351 los hidalgos solicitaron la conversión de sus behetrías en tierras solariegas, acto que debía ser autorizado por el rey dado que ello implicaba la renuncia y cesión, por parte del monarca, de derechos (como la martiniega) que aquel tenía en las behetrías, pero no en los solariegos. Pedro I accedió a la petición y prometió que los derechos solariegos se repartirían entre los naturales de las behetrías de manera equitativa, dando a cada uno la parte que le correspondiese (conforme a los derechos que tenían en las behetrías).
Para poder realizar este reparto era necesario hacer antes una pesquisa. Parece que esta averiguación tuvo lugar entre otoño de 1351 y agosto de 1352, y que la información resumida producto de la misma quedó registrada en el códice llamado «Libro del becerro», cuya redacción se abordó inmediatamente. Sin embargo, no se produjo la conversión de las behetrías en tierras solariegas y el reparto de sus derechos, dado que se temía que éste no sería justo. Las behetrías se quedaron entonces como estaban.
Parece que este Libro becerro original permaneció desde entonces cerca del rey, en su cámara, siguiendo a la Corte itinerante del monarca, dado que (a pesar de algunas inexactitudes que incluía) era considerado un valioso recurso de información fiscal, de gran utilidad para la defensa de derechos y la resolución de conflictos. Así, en el capítulo XIV del año segundo de la Crónica del rey don Pedro de Castilla, escrita por Pedro López de Ayala (m. 1407), se indica lo siguiente respecto al Libro becerro:
«Otrosí un libro fue hecho en tiempo deste rey don Pedro, en que fabla quales señores e caballeros son naturales, e de quales behetrías, e es llamado el Libro del becerro, e tráenlo siempre en la cámara del rey; e como quier que, segund dicen algunos caballeros antigos, hay en él algunos yerros [equivocaciones]; pero parte muchas contiendas [es decir, concluye muchas disputas], pues está ordenado: e más vale sofrir algund poco de yerro que en el haya, que non aver alguna declaración sobre tales porfías de las behetrías»
En 1405 el libro becerro permanecía en la cámara del rey (Enrique III). Entonces el infante Fernando de Antequera, estando en Peñafiel (act. municipio de la provincia de Valladolid), mandó hacer una copia autorizada de este volumen en la cual figuraba lo siguiente:
«Fecho e sacado fue este traslado del dicho Libro del becerro original del dicho señor rey en la villa de Peñafiel […] E yo García Fernández de Medina, escrivano del dicho señor rey e su notario público sobredicho, fui presente a lo que dicho [es] ante el dicho García Sánchez Alcalle e vi e leí el dicho Libro del becerro original del dicho señor rey que estaba en la dicha su cámara donde este traslado fue sacado» (Real Biblioteca del Palacio Real de Madrid, ms. 721, folios 341r-342v).
Sin embargo, parece que en 1485 el Libro becerro se conservaba en el alcázar de Segovia. El 17 de noviembre de 1485 los Reyes Católicos, estando en Alcalá de Henares, expidieron una real provisión (véase imagen 2) en la que se indicaba que Orbaneja del Castillo (act. municipio de la provincia de Burgos) era de realengo, de acuerdo con el Libro becerro custodiado en el alcázar segoviano:
«E que esto paresçe magnifiesto e claramente por el Libro del beserro que están [sic] en los nuestros alcáçares de la çibdad de Segovia»
[Enlace a la descripción en PARES]
Desconocemos cuándo ingresó el Libro becerro original en el AGS. Una vez en el Archivo, pasó a formar parte de la colección de Patronato Real (actualmente con la signatura PTR,LEG,93,18). Esta colección integra una selección de los documentos de mayor relevancia jurídica para la Monarquía castellana, es decir, los relativos a los derechos e intereses del soberano. Tiene su origen en la colección inicial comenzada a formar en 1509, por orden real, por Diego de Salmerón, primer tenedor del archivo de las escrituras reales de la Corona de Castilla; parte de ella acabó ingresando en el Archivo de Simancas. Sin embargo, la conformación, organización e instalación de la colección de Patronato real se abordó principalmente en el reinado de Felipe II, siendo Diego de Ayala responsable del Archivo de Simancas: entonces quedó instalada en múltiples arquetas guardadas en armarios de la cámara de Felipe II (en la llamada «torre del Archivo»).
La primera referencia fechada que tenemos de la custodia del Libro becerro original en el AGS es ya del siglo XVII. Figura en el inventario de la colección de Patronato real (AGS INV,2,2) que el secretario Antonio de Hoyos firmó en 1630, concretamente dentro de la agrupación llamada «Diversis de Castilla» (relativa a asuntos diversos de la Corona de Castilla). La transcripción parcial de la descripción que figura en este inventario (véase imagen 3) es la siguiente:
«Legaxo 21. Diversis de Castilla. Es todo él un libro en papel de marca mayor, cubierto con cuero de vecerro colorado, que comúnmentte llaman en este Archivo Libro del vecerro […] el qual libro está scripto en quinientas y trece ojas de la dicha marca en la hera de 1390, que parece sería el del nacimiento de nuestro señor Jesucristo de 1352; no parece tenga firma ni autoridad ninguna.»
El Libro becerro original es un códice en papel, escrito en letra gótica cursiva con rasgos de precortesana y con encuadernación en piel de becerrillo. Faltan en él folios y hay cierto desorden en los existentes. Esto se explica porque este volumen no estuvo encuadernado en un principio, y permaneció muchos años en forma de cuadernillos y pliegos sueltos que se manejaban por separado. El libro esta foliado en números romanos hasta el 513, pero la foliación se realizó cuando ya había perdido algunos de sus folios y estando éstos ya desordenados.
El becerro fue restaurado a comienzos de los años ochenta, dado que debido al gran uso que había tenido estaba casi totalmente deshojado, y la mayor parte de sus folios habían sufrido pérdidas de soporte marginal (afectando en muy pocos casos al texto escrito).
El Libro becerro incluye información de utilidad fiscal relativa a más de 2.400 entidades de población de 15 de las 19 merindades menores que entonces integraban la merindad mayor de Castilla (reino de Castilla). Estas 15 merindades son las de Cerrato, Infantazgo de Valladolid, Monzón, Campos, Carrión, Villadiego, Aguilar de Campoo, Liébana-Pernia, Saldaña, Asturias de Santillana, Castrojeriz, Candemuño, Burgos con Ubierna, Castilla Vieja y Santo Domingo de Silos. Las 4 merindades menores que no figuran en el becerro son las de Bureba, Rioja-Montes de Oca, Logroño y Allende Ebro.
Las localidades registradas en el Libro becerro forman parte en su mayoría de las actuales provincias de Cantabria, Palencia, Valladolid y Burgos, y en menor medida de las de Asturias, León, Soria, La Rioja y Álava.
Para cada entidad de población registrada en el becerro figuran, por lo general, los siguientes datos:
El Libro becerro incluye al comienzo un prólogo relativo a los lugares de 6 merindades (véase imagen 4), en el que se hace referencia a la pesquisa ordenada por el rey Pedro I. En este folio el nombre del monarca fue posteriormente raspado y sustituido por el de su predecesor (el rey Alfonso XI), muy posiblemente por motivos políticos (esta interpolación pasaría a las sucesivas copias del Libro becerro). En este prólogo también se indica (al final del mismo) la fecha de 1352 (figura el año de 1390, de acuerdo con la era hispánica, al que hay que restar 38 años para su conversión al calendario actual). La transcripción parcial de este prólogo es la siguiente:
«Libro de lo que [fue fallado] quantos son los derechos de los lugares de las merindades de [Carrión] e de Canpos e de Monçón e del Infantadgo de Valladolid e de Çerrato; los quales derechos fueron sabidos por pesquisa que fizieron por carta e mandado de nuestro señor el rey don [Pedro] [Alfonso escrito en sobrerraspado donde figuraba Pedro] […] En la era de mill e CCC e XC annos.»
A continuación se incluyen las imágenes de algunas páginas del Libro becerro (véase imágenes 5 a 13), en las que figuran ejemplos de entidades de población de diferentes provincias actuales:
Este códice fue llamado desde un principio «Libro del becerro», o simplemente «Libro becerro». Fue en el siglo XVII cuando Rodrigo Méndez Silva utilizó en una de sus obras (Catálogo real y genealógico de España) el título «Libro becerro de las behetrías de Castilla», y esta expresión acabaría generalizándose a pesar de su inexactitud (dado que el contenido del Libro becerro no se limita a las behetrías). Gonzalo Martínez Díez señaló que el título más apropiado hubiera sido «Libro becerro de las merindades de Castilla», pero no se atrevió a utilizarlo en su magnífica obra y optó por mantener la denominación tradicional.
Dada la relevancia jurídica del Libro becerro, debieron realizarse copias manuscritas del mismo desde época temprana, utilizadas para la defensa de derechos y la resolución de conflictos por parte instituciones con competencias judiciales (Consejo Real de Castilla, Real Audiencia y Chancillería de Valladolid, etc.).
Hoy se conservan más de veinte copias, realizadas directa o indirectamente a partir del Libro becerro original. Cuatro de ellas se conservan en archivos estatales gestionados por el Ministerio de Cultura y Deporte: un ejemplar de finales del siglo XV en el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid (PERGAMINOS,CAJA,93,1); otro de 1592 en el AGS (CCA,DIV,7,1); otros dos del siglo XVIII en el Archivo Histórico Nacional (CODICES,L.219 y CODICES,L.1392).
La copia custodiada en el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid (PERGAMINOS,CAJA,93,1) fue elaborada, directamente a partir del Libro becerro original, durante el reinado de los Reyes Católicos.
Pues bien, a partir de esta copia se elaboró en 1592, en la Real Audiencia y Chancillería de Valladolid, otra copia que también se conserva en el AGS (signatura CCA,DIV,7,1) (véase imágenes 14 y 15).
Conocemos las gestiones que se realizaron, a finales del siglo XVI, para la elaboración de esta copia y su ingreso en el Archivo de Simancas. En marzo de 1590 Diego de Ayala (responsable de este Archivo entre 1561-1594) pidió al rey Felipe II que ordenase el traslado a Simancas de diversa documentación de importancia, entre ella el ejemplar del Libro becerro y determinados registros del Sello de Corte de la Real Cancillería castellana hasta el año de 1572 (los de los años 1573-1580 ya habían ingresado antes), todo lo cual se guardaba en la Real Audiencia y Chancillería de Valladolid. Existe una consulta al monarca sobre esta petición de Ayala (véase imagen 16), en la que se menciona dicha documentación:
«Señor. El secretario Diego de Ayala dize que otras vezes a acordado a vuestra majestad mande se recojan al Archivo muchos papeles de importancia que faltan que se deven guardar y hasta agora no se a hecho: […] el Libro del becerro que tiene el Audiencia de Valladolid y anda en poder de los secretarios de ella que devría guardarse; los papeles del Registro de esta Corte desde el tiempo de los Reyes Cathólicos hasta el año de setenta y tres que se començó a traer al Archivo, está en Valladolid. […]»
La solicitud de Ayala se tramitó a través de la Cámara de Castilla, dado que en el documento citado figura la siguiente nota:
«A 22 de março 1590 su magestad manda se vea en la Cámara lo que convendrá (rúbrica). Al secretario Juan Vázquez.»
Las gestiones de Ayala dieron su fruto. El asuntó se trató en la Cámara de Castilla y el 10 de julio de 1591 el rey expidió desde San Lorenzo de El Escorial una real cédula, mandando al presidente de la Real Audiencia y Chancillería de Valladolid que remitiese a Simancas dichos registros del Sello de Corte y una copia autorizada del ejemplar del Libro becerro, custodiados en la Chancillería. Una copia de esta disposición (véase imagen 17) se incluyó al comienzo de la copia del Libro becerro ingresada en Simancas (CCA,DIV,7,1). Su transcripción parcial es la siguiente:
«El Rey. Liçenciado Junco de Posada, presidente de mi Audiencia y Chançellería que reside en la villa de Valladolid. Ya sabeis que abiendo sido informado que hen esa Chançillería están los registros de las probisiones que en años passados se despacharon en mis consejos y tribunales de mi Corte hasta el año de quinientos y setenta y dos, os mande por una mi çédula me informásedes por qué raçón estaban aí los dichos registros y no en mi Archivo de Simancas, donde paresçe que abrían de estar, pues se fundó para esto. Y visto en mi Consejo de la Cámara las relaçiones que me inbiastes çerca de ello y del Libro del bezerro que ay hen esa Audiençia y tiene el chançiller de ella, os mando que en reçebiendo esta mi çédula probeáis y déis horden se lleben a buen recado al dicho mi Archibo de Simancas todos y qualesquiera registros de qualesquiera años y tienpos de provisiones, títulos y de otros qualesquiera papeles que están hen esa Audiençia que no fueren entre partes, y ansímismo copia auténtica del dicho Libro del bezerro, y que se entregue todo a Diego de Ayala, mi secretario, a cuyo cargo está por mi mandado el dicho Archivo, […]. Fecha en San Lorenço el Real a diez de julio de mil y quinientos y noventa y un años. Yo el Rey. Por mandado del rey nuestro señor, Francisco González de Heredia.»
Los registros del Sello de Corte procedentes de la Chancillería vallisoletana ingresaron en Simancas en 1592. En el AGS se conserva una copia de la relación de entrega (realizada el 16 de septiembre de 1592) a Diego de Ayala de los registros de 1475 a 1575 que estaban en la Chancillería (PTR,COP,1, folios 219r-220v).
La copia del Libro becerro existente en el AGS (CCA,DIV,7,1), elaborada en 1592 (a partir de la copia conservada en la Real Audiencia y Chancillería de Valladolid) de acuerdo con la mencionada orden de 1591, ingresó en Simancas en 1593. La diligencia de recepción de esta copia (véase imagen 18), firmada por Diego de Ayala el 4 de febrero de 1593, se conserva en el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid, dentro del expediente tramitado en relación con este asunto y que forma parte del fondo producido por el alto organismo judicial vallisoletano. Su transcripción es la siguiente:
«Yo Diego de Ayala, secretario de su majestad, digo que recibí del secretario Gaspar de Cerecedo el Libro del becerro que por mandado de su majestad se mandó traer a estos Archivos. Y así lo firme de mi nombre en Simancas a quatro de hebrero de mill y quinientos y noventa y tres años. Diego de Ayala (firma y rúbrica).»
[Enlace a la descripción en PARES]
Desconocemos si, cuando ingresó esta copia en el Archivo en 1593, estaba ya en este Centro el Libro becerro original. En cualquier caso, en la citada copia de la real cédula de 1591 (véase imagen 17) se puso la siguiente nota (escrita de dos manos) relativa a la ubicación simanquina del original de 1352: «Está el original de este libro en el cubo del Patronazgo Real en el caxón de diversis.». Como antes hemos indicado (al hablar del inventario de Hoyos de 1630), se refiere a uno de los armarios de madera de la cámara de Felipe II (en la llamada «torre del Archivo»), en el que se guardaba documentación de la agrupación «Diversis de Castilla» (sobre asuntos diversos de la Corona de Castilla) de la colección de Patronato Real.
Bibliografía: