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Telefonistas: voces de una época

A través de un recorrido documental pretendemos poner en relevancia algunas de las historias de aquellas mujeres que iniciaron su periplo en las nuevas actividades económicas de principios del siglo XX, luchando contra estereotipos y un mundo eminentemente masculinizado que en muchos casos no estaba preparado para ellas.

La inserción de la mujer en el mundo laboral supuso un cambio de paradigma en el rol que se les había impuesto hasta el momento, vinculado fundamentalmente al ámbito doméstico. Esta situación generó ciertas reticencias por parte de la población, pues se concebía que podía hacer peligrar la maternidad y demás funciones tradicionalmente asociadas al mundo femenino. Estas preocupaciones se manifestaron en la necesidad de un marco jurídico que regulase las labores desempeñadas por mujeres en el mundo del trabajo asalariado.

AGA,51,10384,078,033-R. Constitución de 1931 Pulse para ampliar Constitución de 1931

En el artículo 46 de la Constitución de 1931 (Nueva ventana) podemos ver un ejemplo de ello. El Archivo General de la Administración conserva un ejemplar original de dicha constitución dentro de los fondos del Ministerio de Presidencia. En dicho artículo se hace particular mención a las mujeres, como podemos ver a continuación.

“…Su legislación social regulará: los casos de seguro de enfermedad, accidente, paro forzoso, vejez, invalidez y muerte; el trabajo de las mujeres y de los jóvenes y especialmente la protección a la maternidad; la jornada de trabajo y el salario mínimo y familiar"

En esta época, la institución competente para conocer sobre juicios por despido, salarios y horas extraordinarias eran los Jurados Mixtos de Trabajo, establecidos por ley de 27 de noviembre de 1931. Al Archivo General de la Administración han llegado los fondos documentales del organismo sucesor ya en época franquista, las Magistraturas de Trabajo, concretamente la Magistratura de Trabajo nº1 de Madrid. A través de uno de los expedientes de dicho fondo, podemos reconstruir una de las primeras profesiones desempeñadas por mujeres, la de telefonistas.

Los documentos nos narran la historia de M.G.C., trabajadora de la Compañía Nacional Telefónica en la década de los años cincuenta. Tras una sanción que conllevaba la suspensión del puesto y sueldo durante quince días, interpone una demanda ante la Magistratura de Trabajo correspondiente. El expediente cuenta además con los testimonios de otras cuatro compañeras vigilantes y telefonistas de la demandante.

Dicho documento nos abre una ventana a la conflictividad laboral y a determinadas prácticas asociadas al trabajo de las telefonistas, concretamente, a la alteración intencionada en el orden de las conferencias interurbanas. Es ésta la falta grave que se le impone a M.G.C., siendo defendida por algunas de sus compañeras bajo el argumento de que esta era una actividad habitual a petición de los superiores en la empresa. Las argumentaciones de ambas partes (empresa y trabajadoras) así como la resolución final del procedimiento, quedan por escrito en el expediente mostrado a continuación. Susceptible quizás a diferentes interpretaciones atendiendo a la mirada que lea entre las líneas de este.

Las fotografías de los Medios de Comunicación Social del Estado nos permiten darle luz y forma a algunos de los espacios en los que desarrollaban sus funciones y descansos correspondientes estas trabajadoras dentro del edificio de la Compañía Telefónica. También nos dan pistas sobre otras de las labores asociadas a su trabajo: como el “despertador”. Un servicio mediante el cual los distintos usuarios podían programar una llamada con el propósito de despertarse a través de avisos de telefonistas. Práctica descrita de la siguiente forma en el propio documento: “una amable voz femenina le sustraerá de sus sueños al tiempo que le comunica una agradable sintonía musical”. Esta asociación entre la voz femenina y la atención al público es algo que llega incluso hasta nuestros días, siendo gran parte de las tecnologías desarrolladas para móviles y equipos electrónicos personificadas con voces de mujeres. Sesgo de este rol maternal y de la mujer como cuidadora que comentábamos al comienzo del texto y que analizaremos más en profundidad al final del texto. Ideas tan enraizadas en la sociedad que se arrastran a los primeros trabajos desempeñados por las mismas.

AGA,33,00655,00006. Comedor Bar para Telefonistas (sin fecha) Pulse para ampliar Comedor Bar para Telefonistas (sin fecha)
AGA,33,01455,00022,00004. El “despertador” de la Telefónica (1967) Pulse para ampliar El “despertador” de la Telefónica (1967)

Por otra parte, ¿sabíais que las telefonistas no trabajaban únicamente en las centralitas de la Compañía de Telefónica, sino que también acudían a trabajar a las centralitas de los ministerios? Así lo podemos ver en la copia de una carta de 1940 del Ministerio de Asuntos Exteriores dirigida a Demetrio Mestre Fernández, director general de Telefónica. La carta se envió con motivo de una modificación de la plantilla de telefonistas que la compañía quería llevar a cabo en el Ministerio. Juan Peche y Cabeza de Vaca, subsecretario del Ministerio de Asuntos Exteriores, trató de impedir que se llevasen a las dos telefonistas, Pilar Páramo Alcina y Fernanda Quintano, que venían prestando servicios en el ministerio desde hacía nueve años, puesto que, según sus palabras, “el carácter peculiar del trabajo que en él se lleva a cabo exige especiales condiciones de confianza y capacidad del personal telefónico afecto a su central y que las dos empleadas actualmente destinadas aquí reúnen en especial grado, habiendo hecho sus pruebas durante largos años de servicio”.

AGA,82,08023,00021,00001. Carta a Demetrio Mestre sobre la modificación de la plantilla de telefonistas del M. de Asuntos Exteriores (1940) Pulse para ampliar Carta a Demetrio Mestre sobre la modificación de la plantilla de telefonistas del M. de Asuntos Exteriores (1940)

La historia continua si avanzamos en la lectura del expediente al comprobar que se consiguió reintegrar en su puesto a Pilar Páramo, que había sido reubicada, así como el envío de una telefonista nueva, Francisca de los Reyes Ruiz, que se encargaría únicamente de cubrir eventualidades en el Ministerio, pues el resto del tiempo prestaba servicios en las oficinas centrales de tráfico de la Compañía Telefónica. Esto tampoco fue del agrado de Juan Peche y Cabeza de Vaca, que trató de que Francisca de los Reyes Ruiz estuviese adscrita únicamente al ministerio. Con ello podemos ver un ejemplo del importante trabajo que llevaban a cabo estas mujeres, haciéndolas totalmente indispensables para el personal de su alrededor.

AGA, 82,12384,00021,00001. Notas sobre el pago de horas extraordinarias y turnos de noche (11 de enero de 1955) Pulse para ampliar Notas sobre el pago de horas extraordinarias y turnos de noche (11 de enero de 1955)
AGA, 82,12384,00021,00002. Notas sobre el pago de horas extraordinarias y turnos de noche (11 de enero de 1955) Pulse para ampliar Notas sobre el pago de horas extraordinarias y turnos de noche (11 de enero de 1955)

Algunas de las consecuencias de la tardía incorporación de las mujeres al mundo laboral también han dejado su huella a nivel documental. En las fichas del personal de embajadas y consulados podemos ponerle rostro a algunas de las telefonistas que trabajaron en las representaciones diplomáticas de España en el extranjero. En todas ellas vemos como las fichas estaban preparadas para ser utilizadas exclusivamente por personal masculino, tal y como se puede apreciar a través de los siguientes documentos.

AGA,12,03751,31018,00001. Ficha de personal de Remedios Clavel Pérez. Embajada de España en Buenos Aires (28 de agosto de 1953)

Ficha de personal de Remedios Clavel Pérez. Embajada de España en Buenos Aires (28 de agosto de 1953)

AGA,12,03751,31018,00002. Ficha de personal de Remedios Clavel Pérez. Embajada de España en Buenos Aires (28 de agosto de 1953)
AGA,12,03806,32818,00001. Ficha de personal de Mariana Sanz de Galdeano. Consulado General de España en Tetuán. (2 de enero de 1958)

Ficha de personal de Mariana Sanz de Galdeano. Consulado General de España en Tetuán. (2 de enero de 1958)

AGA,12,03806,32818,00002. Ficha de personal de Mariana Sanz de Galdeano. Consulado General de España en Tetuán. (2 de enero de 1958)
AGA,12,03806,32833,00001. Ficha de personal de Tomoko Nakamura Homma. Embajada de España en Tokyo. (9 de agosto de 1955)

Ficha de personal de Tomoko Nakamura Homma. Embajada de España en Tokyo. (9 de agosto de 1955)

AGA,12,03806,32833,00002. Ficha de personal de Tomoko Nakamura Homma. Embajada de España en Tokyo. (9 de agosto de 1955)
AGA,12,03750,30976,00001. Ficha de personal de Marianne Suer Sülberg. Embajada de España en Bonn. (1 de febrero de 1955)

Ficha de personal de Marianne Suer Sülberg. Embajada de España en Bonn. (1 de febrero de 1955)

AGA,12,03750,30976,00002. Ficha de personal de Marianne Suer Sülberg. Embajada de España en Bonn. (1 de febrero de 1955)

Por si les habéis cogido tanto cariño como nosotras a las telefonistas de Asuntos Exteriores, sabed que en una carta de 1955 vuelven a aparecer los nombres de Fernanda Quintano y Pilar Páramo, esta vez para solicitar que les vuelvan a abonar las 300 y 200 pesetas mensuales que dejaron de percibir desde el día 1 de enero de 1954. La historia laboral de estas dos mujeres llega a su fin entre finales de los sesenta y comienzos de la década de los setenta. Además, gracias a la ficha de personal que conservamos de Fernanda Quintano podemos ponerle rostro a una de las protagonistas de esta historia:

AGA,12,03970,34649,002. Ficha de personal de Fernanda Quintana Caballero. Ministerio de Asuntos Exteriores. (1 de febrero de 1955) Pulse para ampliar Ficha de personal de Fernanda Quintana Caballero. Ministerio de Asuntos Exteriores. (1 de febrero de 1955)
AGA,12,03970,34649,002. Ficha de personal de Fernanda Quintana Caballero. Ministerio de Asuntos Exteriores. (1 de febrero de 1955) Pulse para ampliar
AGA,12,04179,38811.001. Comunicación interior con la toma de posesión del puesto de telefonista en sustitución de Pilar Páramo (diciembre de 1972) Pulse para ampliar Comunicación interior con la toma de posesión del puesto de telefonista de María Pilar Martínez Cava en sustitución de Pilar Páramo (4 de diciembre de 1972)
AGA,12,03970,34649.001. Nota de cese de cargo de Fernanda Quintana Caballero (3 de febrero de 1966) Pulse para ampliar Nota de cese de cargo de Fernanda Quintana Caballero (3 de febrero de 1966)

Nos gustaría retomar a modo de conclusiones algunas ideas que hemos destacado durante el texto y que nos permiten conectar la problemática que vivieron las mujeres del siglo XX con la actual. Uno de los motivos por los que se optó por las mujeres para hacerse cargo de esta profesión fue que eran más amables, tenían más paciencia y conseguían que los clientes se sintiesen mejor asistidos, es decir, para los usuarios de los teléfonos suponía una experiencia más cómoda y agradable interactuar con voces femeninas debido a la asociación tradicional que ha existido, y sigue existiendo, entre las mujeres y los cuidados. Hoy en día podemos ver cómo la historia se repite con las nuevas tecnologías y la inteligencia artificial, pues la mayoría de las IA tienen voces femeninas. Los motivos que alegan las compañías tecnológicas son muy simples, atribuirles características femeninas consigue que los usuarios los perciban como más humanos, emotivos y serviciales, generando más confianza en el usuario. El problema y la solución son claros. El primero, que en el caso de las telefonistas eran los hombres quienes ocupaban los puestos de dirección pues, aunque fueran tan buenas trabajadoras como hemos podido comprobar a través de los documentos, su validez profesional no consiguió superar la desigualdad de género y servir de puente para alcanzar otros puestos de más responsabilidad. En la actualidad el problema se repite y en el desarrollo de estas nuevas tecnologías se refleja el sesgo de género inherente a una industria mayoritariamente masculina. La solución es la misma que hubiera servido entones, aumentar la inclusión de las mujeres en el ámbito laboral. Por eso, en el día de la mujer trabajadora no sólo esperamos haber podido dar voz a estas mujeres que escaparon del rol tradicional del hogar y se fueron haciendo hueco en espacios ocupados únicamente por hombres, también queremos reivindicar a las mujeres que siguen avanzando y eliminando obstáculos en el largo camino que aún nos queda por recorrer.

Por ellas y por todas las que vendrán, ¡que viva la lucha de las mujeres!

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