Ud está aquí:
  1. Portada
  2. Actividades y Exposiciones
  3. 8 de Marzo. Día Internacional de las Mujeres
  4. Mujeres invisibles, mujeres trabajadoras.

Mujeres invisibles, mujeres trabajadoras. Las empleadas del hogar en lucha por la igualdad

El trabajo de la mujer en el hogar ha sido una constante invisible en la sociedad española. El Real Decreto-ley 16/2022, de 6 de septiembre, para la mejora de las condiciones de trabajo y de Seguridad Social de las personas trabajadoras al servicio del hogar, ha significado un punto de inflexión en la situación laboral de estas trabajadoras, que hasta esta fecha no tenían ningún tipo de derecho a una prestación por desempleo.

Hablamos de mujeres anónimas, ausentes de las grandes páginas de la historia política e institucional, pero presentes a toda hora en la historia social y económica de nuestro país. El Archivo General de la Administración, memoria estatal del siglo XX, conserva fuentes documentales que documentan este proceso histórico.

En noviembre de 1931, la Ley de Contratos de Trabajo BOE, en su artículo 2 reconocía el servicio doméstico como actividad laboral.

Fotografía de Alfonso titulada "Escena de calle. Muchacha de servicio" (sin fecha, probablemente de la década de 1930) Pulse para ampliar AGA, Alfonso, 024717
Fotografía de empleada doméstica con aspiradora (fotografía publicada en 1977) Pulse para ampliar AGA, Medios de Comunicación Social del Estado, 33,F,01542,00023

Tras la Guerra Civil, el régimen franquista devolvió el trabajo doméstico a la situación anterior a 1931. Pasarían años hasta que el Decreto 385/1959 BOE creó el Montepío Nacional del Servicio Doméstico, dependiente del Instituto Nacional de Previsión, y bajo la orientación de la Sección Femenina. En el contexto del Plan Nacional de Estabilización Económica, de fuerte demanda laboral, la norma extendió por primera vez un paraguas de seguridad social para las trabajadoras. Las partes implicadas en este ramo laboral, esto es, los empleadores, protectores o "amos de casa", de un lado, y las trabajadoras domésticas, o beneficiarias, de otro, elegían a sus representantes en los órganos de gobierno del Montepío, en votaciones periódicas establecidas por los estatutos del organismo.

Fotografía de elecciones al Montepío Nacional del Servicio Doméstico, sección Amos de Casa (1960) Pulse para ampliar AGA, Medios de Comunicación Social del Estado, 33,F,00684,00012,005
Fotografía de elecciones al Montepío Nacional del Servicio Doméstico, sección Servidores Domésticos (1960) Pulse para ampliar AGA, Medios de Comunicación Social del Estado, 33,F,00684,00012,002

Acompañando los esfuerzos para encuadrar al sector de las empleadas del hogar, la revista Teresa, difusora del discurso oficial de la Sección Femenina, retrató entre sus páginas las principales ventajas de contratar a las mujeres suscritas en el Montepío del Servicio Doméstico. Uno de sus artículos expone su situación como "una laguna en la política social" nacional, un verdadero pozo de desigualdad en el que vivían más de un millón de mujeres.

La contratación a través del Montepío aseguraba a los empleadores la aptitud de las trabajadoras, asegurando "profesionalidad y servicio de la titular, haciendo imposibles las molestísimas sorpresas de todo orden que se dan ahora". El empleador o empleadora contribuía con el 75% de la cuota mensual; a cambio, el Montepío organizaba cursos y concursos destinados a las empleadas inscritas.

Artículo de la revista Teresa sobre el Montepío Nacional del Servicio Doméstico (número 64, abril de 1959, página 64) AGA, Delegación Nacional de la Sección Femenina, 23,04962,00064

Si hablamos de la formación destinada a estas trabajadoras, es obligatorio el recurso al fondo documental de la Delegación Nacional de la Sección Femenina. En los expedientes de cursos y concursos desarrollados a lo largo de toda la geografía española observamos las disciplinas exigidas a las empleadas: coser, planchar, cocinar, cuidados del hogar e incluso manejo y reparación de componentes eléctricos (concretamente, el concurso eléctrico consistía en localizar el fallo y arreglarlo dentro de un tiempo establecido).

Fotografía del Curso de Preparación Profesional del Servicio Doméstico en Tarragona (1961) Pulse para ampliar AGA, Delegación Nacional de la Sección Femenina, 33,F,04318,00002,001
Fotografía del curso de Preparación Profesional del Servicio Doméstico en Valencia (1962) Pulse para ampliar AGA, Delegación Nacional de la Sección Femenina, 33,F,04318,00002,002
Informe de un concurso de destreza en el oficio para empleadas del hogar (Alicante, 1967) Pulse para ampliar AGA, Delegación Nacional de la Sección Femenina, 23,04613,00002

Esta fuente documental permite acercarnos a las jóvenes mujeres que se incorporaban al mundo laboral a edades tempranas, pero también a las viudas y a las mujeres abandonadas por sus maridos. El fundamento de estos cursos era la formación óptima bajo el modelo de mujer promulgado por el Estado y el partido único, bajo unas condiciones labores muy precarias, como refiere uno de los expedientes conservados:

No trabaja en sitios fijos por tener que atender a sus tres hijas y por tener en su casa huéspedes. Trabaja fuera de su hogar por las tardes dedicándose a cocinas en Bodas y Banquetes, cose plancha, etc. Antes de contraer matrimonio ya prestaba servicios domésticos.

A lo anterior sumamos la influencia de otro medio de comunicación de masas: el cine. El AGA custodia, en la serie de Expedientes de rodaje de películas de la Dirección General de Cinematografía, uno correspondiente al film propagandístico oficial “El Servicio Doméstico” (1959), rodado por encargo del Instituto Nacional de Previsión, que muestra en tono edulcorado las ventajas de la pertenencia al Montepío Nacional del Servicio Doméstico. De la lectura de los guiones de rodaje queda patente "la utilidad de las criadas de servir como inestimable instrumento doméstico".

El imaginario colectivo sobre las trabajadoras domésticas ha ido evolucionando, junto a su reconocimiento laboral. La terminología con que se les apelaba, “criadas”, “muchachas”, “chachas” o “chicas”, era una constante en la época; siempre servían a la señora y al señor y, en muchos casos, al “amo de la casa”.

Fotografía de alumnas de escuela de hogar cuidando el jardín del centro (sin fecha) Pulse para ampliar AGA, Medios de Comunicación Social del Estado, 33,F,00946,00042,007
Fotografía del curso de cultura general y segunda enseñanza a muchachas del servicio doméstico empleadas en la Escuela de la Almudena (Madrid, 1967) Pulse para ampliar AGA, Delegación Nacional de la Sección Femenina, 33,F,04381,00014

Los documentos custodiados en el Archivo General de la Administración nos acercan a la realidad de la mujer dedicada al servicio doméstico durante el siglo XX, así como al discurso generado sobre ella. En este 8 de marzo queremos situar el foco en la verdad documentada e histórica de esta profesión tan poco valorada, en estas mujeres que, a día de hoy, siguen trabajando para conseguir los derechos que merecen.

Subir