Los aseguradores perdieron el proceso: el primer fallo de Chancillería es de 30 de julio de 1577 a favor de los cargadores, confirmado el 7 de abril de 1579 en grado de revista. Sin admitirse la segunda suplicación al Consejo, desde septiembre de 1579 comenzarán a despacharse las correspondientes cartas ejecutorias para el cumplimiento de la sentencia. Para los mercaderes de Burgos, el desastre de Middelburg marcará un antes y un después el negocio de lanas y seguros con el norte de Europa, un negocio que nunca se recuperará totalmente. La flota mercante inglesa, por el contrario, duplicará su volumen hasta estallido definitivo de las hostilidades, reflejo del significativo incremento de sus intercambios comerciales y del progreso de su construcción naval, ambas circunstancias directamente relacionadas con la intervención inglesa en los Países Bajos y la alteración del tráfico marítimo en la Carrera de Flandes.
Los documentos custodiados en el Archivo de la Real Chancillería de Valladolid sobre el llamado “incidente de Middelburg” contribuyen a ilustrar, desde un punto de vista inhabitual, uno de los capítulos de esta escalada de tensión a que condujeron las acciones ofensivas inglesas, multiplicadas en todos los frentes desde principios de los años ochenta, que conducirán a la preparación de la Gran Armada contra Inglaterra en 1588. Un conflicto en que se entremezclaron intereses religiosos, político-estratégicos y comerciales, que tardaría treinta años en estallar.Salto de línea