Las medidas adoptadas por la Chancillería de Valladolid en la prevención de la expansión de la epidemia de peste declarada en Burgos y Vitoria en 1565 no serían muy diferentes a las adoptadas por otros órganos gubernativos para otras ciudades y comarcas en la misma época.
Por otra parte, el examen detallado de tales medidas muestra que el nivel de respuesta a las enfermedades infecciosas en la época que nos ocupa, hace ya casi cinco siglos, era muy alto, a pesar de lo que pudiera pensarse en un primer momento, siendo muchas de las medidas adoptadas muy similares a las que se pueden adoptar en la actualidad en situaciones de epidemia o pandemia, destacando entre ellas la colaboración entre las distintas autoridades y los médicos, y la conciencia de la necesidad de mantener una buena higiene pública y evitar aglomeraciones. Por el contrario, la falta de solidaridad para con los forasteros de las zonas afectadas, principalmente los pobres, y las medidas de tipo religioso, delatarían la época en la que nos encontramos, que se explicarían sin embargo por motivos de pura supervivencia en unas sociedades frágiles desde el punto de vista económico y sanitario, acostumbradas a soportar de forma frecuente hambrunas y todo tipo de enfermedades y epidemias y su consecuente mortandad, pero que aun así, con sus escasos medios, trataban de hacer frente a todas estas adversidades.
Este alto nivel de respuesta y preocupación general se remata por el propio interés directo del rey en conocer la situación de la enfermedad y las medidas tomadas por la Chancillería, las cuales sin duda serían tenidas en cuenta para la prevención de otras ciudades del reino, lo cual reflejaría la importancia y credibilidad de nuestra institución también en sus labores de gobierno.
Con todo, y como enseñanza de la Historia, debemos en la actualidad tener en cuenta y aprender del estoicismo y tesón de nuestros antepasados ante situaciones catastróficas que, por su frecuencia, no les permitía la desmoralización y el decaimiento, pero que acababan superando muchas veces de forma rápida gracias también a instituciones eficientes como la Real Audiencia y Chancillería de Valladolid.