Es preciso poseer la capacidad funcional para el desempeño de las tareas. Es decir, no padecer enfermedad ni estar afectado por limitación física o psíquica incompatible con el desempeño de las correspondientes funciones.
Este requisito no va en perjuicio de las personas discapacitadas (vid. apartado "Acceso de las personas con discapacidad").