Despacho Real del título de Marqués de San Clemente

Este pergamino encuadernado de 24 folios muestra la concesión del título de I marqués de San Clemente a don Francisco Matías de Busto y Moya. La concesión de un título nobiliario es una prerrogativa graciosa de la Corona en premio a diversos hechos de guerra o méritos de cualquier tipo en favor del reino o del rey que concede cada uno de estos títulos. En algunas ocasiones los reyes concedieron títulos a cambio de compensaciones económicas, o enajenar territorios de la Corona (señorío) para sanear las arcas públicas.

El destinatario de la concesión del título es Francisco Matías de Busto Moya (1864- 1747), I vizconde de Durán, nacido en 1684 en la ciudad de Santa Fe y Real de Minas de Guanajuato (México). Era uno de los mineros más prósperos e importantes de dicha localidad, de donde además formó parte de la oligarquía local. Este compró a través de un agente de negocios en Madrid, por 22.000 ducados al monasterio de San Victorián de Sobrarbe en Aragón uno de los cuatro títulos “en blanco” que este monasterio había recibido para vender en 1728. Así se convierte en el I marqués de San Clemente el 30 de septiembre de 1730.

El real despacho se encuentra iluminado como es habitual en los documentos de esta condición durante el reinado de Felipe V. La página inicial que contiene el resumen del documento aparece ornamentada con motivos barrocos. A continuación, suelen incluir las armas del nuevo título seguido de una o varias imágenes religiosas, siendo la de la Inmaculada la de mayor difusión en especial desde que Carlos III en 1760 la declarara patrona de España y de las Indias. No puede faltar el retrato real, como imagen de la nueva dinastía, que puede presentar varios modelos iconográficos, siendo el más característico el de los retratos de los reyes Felipe V e Isabel de Farnesio, insertos en medallones en una estructura mayestática y simbólica. En este caso, tanto la factura de las imágenes pintadas, como la encuadernación neoclásica son un buen ejemplo de la importancia de haber sido reconocido con un título de nobleza.