Entre las pequeñas joyas que custodia el Archivo de la Nobleza se hallan cientos de fotografías antiguas, retazos de muchas vidas atrapadas en blanco y negro, antaño pertenecientes a la nobleza española que nos evocan un universo costumbrista de aristócratas y jornaleros, paisajes y paisanajes, guerras y escenas de la vida cotidiana.
Nada escapaba a la curiosa mirada de los fotógrafos pioneros: celebraciones sociales, labores campesinas, rincones urbanos, palacios y minas, niños y ancianos. De esta manera, la vida y la muerte desfilan ante sus vetustas cámaras, ofreciéndonos un abigarrado caleidoscopio de rostros, gestos y escenarios, naturales o imaginados, captados por artistas, profesionales y aficionados a lo largo de varias generaciones. Un legado rico que pretende difundirse entre el gran público para que pueda apreciar cambios y permanencias en el decisivo siglo que abarca los años 1845-1945.
Retazos de un mundo perdido que, por primera vez, se expone para su contemplación en la Sala de Exposiciones permanentes de la Sección Nobleza del Archivo Histórico Nacional durante el segundo semestre de 2007 y en una exposición virtual alojada en la página web del Ministerio de Cultura.