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El Ministerio de Cultura y el Museo Reina Sofía adquieren en ARCO 30 obras de 22 artistas, 17 de ellas mujeres, por valor de más de 553.000 euros

08/03/2024

  • Con la cantidad aportada por el Ministerio de Cultura (401.372 euros) se han adquirido 20 obras de 15 artistas (Julia Montilla, Elena Alonso, Sahatsa Jauregui, Eli Cortiñas, Nuria Güell, Ana Laura Aláez, Regina Giménez, Lola Bosshard, Nora Aurrekoetxea, Mari Puri Herrero, Sonia Navarro, Armando, Esther Boix, Alexander Apóstol, Mitsuo Miura)
  • La cantidad aportada por el Museo Reina Sofía ha sido de 152.381,5 euros por 10 obras de 7 artistas (Ana Gallardo, Alicia Herrero, Josep Ponsatí, Elisa Montessori, Miguel Ángel Rojas, Belén Uriel y Regina José Galindo)
  • Del total de 22 artistas, 16 pertenecen al contexto español y 6 son extranjeros (de Argentina, Brasil, Venezuela, Colombia, Guatemala e Italia)
Autora: Esther Boix Pons Pulse para ampliar

Un año más, el Museo Reina Sofía refuerza su Colección con la adquisición de nuevas obras procedentes de ARCO 2024, en apoyo a la feria de arte más importante del Estado español. Una selección de 30 obras de artistas como Nuria Güell, Ana Laura Aláez, Lola Bosshard, Esther Boix, Mitsuo Miura, Ana Gallardo, Alicia Herrero, Josep Ponsatí, Miguel Ángel Rojas y Regina José Galindo, entre otros, que pasan, a partir de ahora, a formar parte de los fondos del Museo. El valor total de las adquisiciones asciende a unos 553.753,5 euros.

Con el objetivo de aumentar la presencia de mujeres en las futuras presentaciones de la Colección, el Museo ha comprado obras que representan a las nuevas generaciones creativas que dan continuidad a las poéticas feministas de los años 70, en trabajos en muy diversos medios y de muy diferentes generaciones, con especial hincapié en el apoyo a las mujeres artistas españolas. También se han incorporado obras con temáticas discursivas que nos acercan a las injusticias sociales, a la discriminación de género, a las diferentes realidades políticas intentando enriquecer el espacio que el Museo dedica en su Colección al arte latinoamericano.

Por parte del Ministerio de Cultura, que invierte un total de 401.372 euros en 20 obras de 15 artistas, se ha adquirido a la pionera de la abstracción en España, Lola Bosshard, quien se suma a dos figuras excéntricas en la figuración de las décadas de los 60 y 70, como Esther Boix o Mari Puri Herrero. El también pintor Armando exploró las posibilidades estéticas de los ovnis, mientras el artista de origen japonés Mitsuo Miura proponía experimentos con el paisaje para convertirse en los años 60 en uno de los pioneros del arte conceptual en nuestro país. Julia Montilla analiza el fenómeno de los aparicionismos y Ana Laura Alaez las consecuencias morales de la crisis del sida. Alexander Apóstol, venezolano afincado en España desde hace varias décadas, ofrece una historia política de la abstracción geométrica en su país. Sonia Navarro recupera la labor textil como un espacio comunitario y de resistencia para las mujeres. El compromiso político de Eli Cortiñas se muestra en su análisis de la construcción cultural de lo exótico en nuestra cultura visual, mientras que Núria Güell ofrecía posibilidades de salir de la crisis económica de 2008 dando la vuelta a estrategias de especulación financiera. Finalmente, Nora Aurrekoetxea, Sahatsa Jáuregui y Elena Alonso son algunas de las más destacadas artistas de la nueva escultura realizada por mujeres jóvenes en España.

En el caso del Museo Reina Sofía, las adquisiciones complementan lo anterior. Belén Uriel, española residente en Lisboa, se suma a las formas radicales que adopta la escultura en el presente, al tiempo que el catalán Josep Ponsatí fue en los años 70 el pionero de la escultura neumática. Las argentinas Ana Gallardo y Alicia Herrero traen el feminismo y la ironía como herramientas para explicar tanto las condiciones materiales de su propia trayectoria como la relación con el pasado colonial. La guatemalteca Regina José Galindo es una de las pioneras del arte del cuerpo, en la denuncia de la violencia contra las mujeres desde comienzos de los años 90, y el colombiano Miguel Ángel Rojas lo es con la denuncia de las condiciones de vida en una nación en conflicto. Por último, Elisa Montessori es un nombre relevante de la poética de la naturaleza en la tradición del arte Povera italiano.

El hincapié en ampliar los horizontes de la Colección es claro en el dato de que 19 de 22 artistas suponen nombres nuevos, nunca presentes antes en el acervo del Museo.

Las adquisiciones han sido anunciadas por el secretario de Estado de Cultura, Jordi Martí, y el director del Museo Centro de Arte Reina Sofía, Manuel Segade, tras la Comisión Permanente del Real Patronato del Museo Reina Sofía reunida en la mañana de hoy viernes en ARCO.

Nuevas incorporaciones a la Colección del Museo Reina Sofía

Lola Bosshard

Artista: Lola Bosshar Pulse para ampliar

Lola Bosshard (Valencia, 1922-Thalwil, Suiza, 2012) es una artista española, pionera de la pintura Minimal y del “Ambiente Arte” en España a finales de los años 60. La pintura “Sin título” y los 5 dibujos de la “Serie monocromos” de ca. 1966-1967 adquiridos se inscriben en la producción más relevante de la artista y una de las primeras apariciones de la abstracción pura en nuestro país. En ese momento, Bosshard estaba en la línea de los artistas geométricos que estaban trabajando en Es­paña en los años 60. El clímax de su trayectoria tendrá lugar entre 1967 y 1968, con su muestra ambiental de raíz mínimal en la galería Edurne, y su participación en la exposición colectiva de tesis Arte Objetivo, ambas en Madrid.

La exposición de la Galería Edurne se ha considerado la primera exposición de pintura ambientalista en España. Para esta muestra diseñó una serie de grandes pinturas monocromas junto con otras de campos de color que generaban diálogos visuales y ambientales en las dos salas del espacio: La “Sala negra” presentaba tres lienzos de 2 × 1,30 m, colgados en sentido vertical; cada uno de estos lienzos estaba dividido en cuatro franjas horizontales cuya anchura era diferente y progresiva en sentido descendente. En la “Sala blanca” la artista conformó el espacio con cuatro lienzos de 2 × 1,40 m, colgados en sentido vertical y totalmente monocromos: rojo, tierra, negro y amarillo. En este contexto se inscriben los 5 dibujos monocromos estrechamente relacionados con las obras expuestas en la exposición de dicha muestra y por lo tanto fundamentales en la trayectoria de la artista.

Es piezas resultan de interés para la colección del Museo Reina Sofía ya que el trabajo de Lola Bosshard no está aún presente en la colección del MNCARS. La adquisición de estas piezas contribuye a dar visibilidad a su obra y a analizar en profundidad su aportación a un primer minimal en España en los años 60. Se trata, además, de una artista pionera que dialoga con otras artistas mujeres como María Droc, Isabel Santaló, Juana Francés y Nadia Werba y los trabajos de Julio Le Parc, Jesús Rafael Soto y Ellsworth Kelly todos ellos presentes en la colección del museo. Esta adquisición se enmarca en el proyecto de recuperar a una generación de creadoras contemporáneas que han sido olvidadas por la historiografía de la historia del arte actual.

De padres suizos, Bosshard nació dentro de una familia culta atraída por el arte y la música. Estudió en la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia. En 1948 se traslada a Zúrich donde asistirá a la escuela de Bellas Artes en la Kunstgewerbeschule dirigida por Johannes Itten, que le abriría su trabajo al color expresionista. Tras Zúrich se traslada a París donde será discípula de André Lhote y de Fernand Léger en 1952.

Esther Boix Pons

Artista: Esther Boix Pons Pulse para ampliar
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De la pintora gerundense Esther Boix Pons (1927-2014), se han adquirido el óleo Ella (1973) y la obra No clou (Serie “Dianes”) de 1971. Boix comenzó su trayectoria en el grupo Postectura en los años 50, realizando sus primeras exposiciones individuales y participando en la III Bienal de Arte Hispanoamericano, celebrada en Barcelona en 1955.

En 1965 promueve en Barcelona, junto a otros artistas, el movimiento Estampa Popular que, entre 1960 y 1964, se había formado ya en otras ciudades españolas, como Madrid, Sevilla, Córdoba, Bilbao y Valencia; estaba compuesto por grupos de artistas progresistas que querían llevar a cabo un arte de mensaje sociopolítico que pudiera conectar con todas las capas sociales

En 1967 funda la escuela de técnicas de expresión L’Arc. Después de una etapa inicial de formación marcada por un clasicismo noucentista y un cierto expresionismo, su estancia en París y su viaje por Europa le ayudan a configurar un estilo propio, en el que predominan los paisajes urbanos en detrimento de los interiores y las figuras humanas de la etapa anterior.

Después de dedicarse completamente a la vertiente pedagógica, en 1970 reanuda la práctica pictórica, para acercarse temáticas.

Mari Puri Herrero

Artista: Mari Puri Herrero Pulse para ampliar

París HLM es una obra pictórica realizada en 1972, tras la estancia de Mari Puri Herrero (Bilbao, 1942​) en París. En ella hace referencia, como indica su título, a las viviendas de alquiler social del extrarradio de París: HLM que significa en francés: “habitation à loyer modéré” (vivienda de alquiler moderado). El sistema HLM se creó en 1950 en respuesta a la crisis inmobiliaria de la posguerra en Francia. El mayor aumento en la construcción de HLM se produjo a finales de los años 1960 y principios de los 1970, momento en el que nuestra artista residía en la capital francesa. Las residencias se construían a menudo en grandes complejos, según le “chemin de grue” ("el camino de la grúa"). Los nuevos y grandes edificios de apartamentos eran perfectamente rectangulares, para permitir que una grúa rodara a lo largo de una vía y colocara componentes en ambos lados del edificio simultáneamente, ahorrando tiempo y esfuerzo. En la obra vemos la imponente presencia de estas construcciones que asfixian el paisaje y colapsan el horizonte. La carretera abre el espacio al tráfico y a tres personajes. Una pareja en primer plano, y un hombre cruzando el paso de cebra. Los personajes con traje y corbata es un recurrente en muchas de sus pinturas, para los cuales no es fácil buscar un significado único. La figura femenina con ropaje atemporal, adquieren rasgos inquietantes, presencias furtivas y sonrisas ambiguas. Las obras de esta primera etapa de su producción muestran una preocupación por la actualidad del momento con una fuerte influencia en su obra de los lugares donde ha vivido.

La adquisición de esta obra resulta de interés para el museo ya que Mari Puri Herrero es una de las artistas más destacadas del panorama vasco contemporáneo, con 40 años de trayectoria y de la que el museo únicamente tiene dos aguafuertes datados también en 1972, Monigote cerca de la ventada y Cuatro lo ven. Por ello es necesario incorporar a la colección la obra pictórica de la artista. Viene a completar la representación de mujeres artistas españolas que desarrollaron su trabajo a partir de los años 60, en muy diferentes líneas, como Amalia Avia, Isabel Baquedano, Celia Canals, Marta Cárdenas, Ángela García Codoñer, Eulalia Grau, Águeda de Pisa o Elena Asins.

Armando

Artista: Armando Suárez Pulse para ampliar
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Sin título, 1970 y Sin título, 1980, son dos de las diferentes versiones que Armando Suárez (Gijón, 1928 - 2002), realizó sobre la temática de los OVNIS, que iniciará en la década de los 60. En 1961 se populariza el primer caso documentado de una supuesta abducción alienígena a un matrimonio de Portsmouth, New Hampshire, en Estados Unidos. En la colección personal de Armado podemos encontrar numerosos recortes de prensa de esta circunstancia, suscitando un gran interés en el artista que los seguiría representando a lo largo de toda su trayectoria.

A través de estas obras, Armando puede que exprese su relación con un mundo que no comprende, o más bien, donde él no es comprendido. En un momento en el que los tratamientos psiquiátricos eran especialmente agresivos, y a la pintura no se la asignaba ninguna capacidad terapéutica, Armando decidió refugiarse en ella y utilizarla como medio de expresión personal.

Si bien es cierto que muchas de sus notas personales y cuadernos recogen revelaciones de seres superiores que él va recibiendo y que lo alertan de catástrofes mundiales, su pintura se circunscribe a un ámbito meramente descriptivo de fenómenos celestes. Estos fenómenos habitan en una zona imprecisa en la que nunca sabemos muy bien si es una estrella, un planeta o una luna, o si lo que parece un artefacto volador es, en realidad, fruto de la ingeniería humana o una nave espacial.

La adquisición de estas dos pinturas de Armando, cuyo trabajo no está aún presente en la colección del Museo se enmarca en las líneas de investigación del museo sobre las prácticas psiquiátricas y su vinculación con la creación artística y la cultura, como se vio en la exposición dedicada a Francecs Tosquelles, celebrada en 2023 en el MNCARS, cuestionando la división tradicional entre normalidad y patología.

Mitsuo Miura

Artista: Mitsuo Miura Pulse para ampliar
Artista: Mitsuo Miura Pulse para ampliar
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La instalación Brisa de verano (1990) de Mitsuo Miura (Iwate, Tōhoku, Japón, 1946) es una obra basada en la idea del monocromo y la reducción minimalista. La referencia paisajista y sensorial del título viene definida por el carácter colorista y etéreo de las telas que se mueve con la presencia del espectador. La temática del paisaje es recurrente en toda la obra de Miura; de hecho, esta instalación que admite su disposición sobre la pared es un ejemplo de simplificación del color, de la visión y de apelación a los sentidos, como colofón a los años en de la serie de la Playa los Genoveses. Presentada en octubre de 1990 por la galería Trayecto, dentro de la instalación 120º en la playa de los Genoveses, que «recreaba una playa donde no tiene lugar nada que pueda inquietarnos», en palabras de Pérez Uralde.

Se puede decir que Miura trabaja el paisaje creando las imágenes mentales, las abstracciones personales que él mismo creó tras su contemplación. Y precisamente la levedad del material, de la tela de seda, es el medio que utiliza para esta obra en la que quiere reflejar la calma ante la naturaleza, en la playa al final de verano y que Laura Clavería ha relacionado con el término nipón: Fûzei, brisa, una temática común en la pintura japonesa.

Las dos obras fotográficas adquiridas, fechadas en 1983, se encuadran entre los primeros trabajos que Mitsuo Miura realizó en la Playa de los Genoveses de Almería. En esa época el artista residía en Bustarviejo y su vinculación con la naturaleza se enfocaba en los elementos propios de los bosques y los campos. De forma paulatina e inspirado por sus estancias vacacionales en la Playa de los Genoveses, que frecuentó desde 1978 y hasta principios de los 1990, Miura comenzó a trabajar con elementos asociados al paisaje de mar y costa. La serie de obras vinculadas a la Playa de los Genoveses, realizadas de forma sistemática entre 1986 y 1994, se sitúa en la madurez artística de Miura y se ha señalado como una de sus producciones más significativas. Las vivencias personales y experiencias sensoriales del autor en el entorno almeriense se tradujeron en un conjunto plástico de notable complejidad, caracterizado por la sutileza, la delicadeza y el simbolismo.

El artista ha trabajado durante casi seis décadas con diferentes medios artísticos: pintura, grabado, dibujo, collage, fotografía, escultura e instalación. Nació en el norte de Japón y desde los 19 años estableció su residencia en España. En su juventud inició su formación artística en la Escuela de Bellas Artes de Tokio con el académico Shoji Morai. Allí tuvo ocasión de conocer la obra de artistas norteamericanos como Sam Francis, Robert Rauschenberg, Jasper Johns o John Cage, así como algunas obras del Museo del Prado. En 1966 viajó a Barcelona y poco después se instaló en Cuenca, donde entró en contacto con la escena artística que se había establecido alrededor del Museo de Arte Abstracto de Cuenca. Otros escenarios relevantes para su trayectoria artística han sido Bustarviejo, la playa de los Genoveses de Almería y la ciudad de Madrid. Además de su faceta creativa, Miura ha sido profesor en las universidades Complutense y europea de Madrid, y también fue fundador y promotor, junto a Arturo Rodríguez, de Galería & Ediciones Ginkgo (1989-1998), espacio muy relevante en el campo del grabado y la obra múltiple en España.

Su fuente de inspiración primordial es el paisaje, tanto natural como urbano. La contemplación del paisaje y su experiencia vivencial se traducen en expresiones plásticas que conforman el corpus de su larga trayectoria artística.

Julia Montilla

Artista: Julia Montilla Pulse para ampliar
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Las cuatro obras adquiridas componen un conjunto titulado El «cuadro» de la «calleja», que profundiza en los fenómenos visionarios que se originaron a partir de 1961 en la aldea de San Sebastián de Garabandal (Cantabria).

Julia Montilla (Barcelona, 1970) trabaja con una metodología de investigación exhaustiva que bebe de la antropología y los estudios de cultura visual, y materializa los frutos de su indagación en una propuesta expositiva compuesta por diversidad de materiales, tales como fotografías, documentos, proyecciones, publicaciones de época y audiovisuales. La instalación de las cuatro piezas se mostró en la exposición individual El «cuadro» de la «calleja» (Barcelona, Fundació Miró, 2013), en cuyo catálogo David Armengol definía el display expositivo como «un ensayo narrativo (…) capaz de generar una lectura capitular que muestre la estructura básica del fenómeno garbandalista» y «un relato específico que desvela el carácter dramatúrgico, escenográfico y performativo de la experiencia extática para ofrecerlo ante el espectador-lector como un evento programado, aprehendido y ritualizado». La instalación se complementa con el libro Garabandalistas. Un relato fotográfico de las apariciones de San Sebastián de Garabandal (1961-1965), que recoge las conclusiones analíticas de la autora y recopila una extensa selección de material visual.

El proyecto forma parte, por tanto, de los trabajos desarrollados por Julia Montilla en torno al papel de las creencias religiosas y, en concreto, de los iconos femeninos en la construcción y preservación de los mitos nacionales. La autora considera que «la religión es uno de los elementos más importantes en la configuración de la identidad, tanto desde el punto de vista individual como desde el punto de vista social. La religión como ideología e institución social tiene un fuerte arraigo cultural y juega un papel crucial en los procesos de socialización, control social y delimitación de la identidad». En concreto, en su análisis de los fenómenos de Ezkioga y Garabandal, la autora desgrana los elementos que fueron conformando la fabricación de los mitos, visibilizando el modus operandi de los promotores que posibilitaron la difusión y alcance de los acontecimientos. En el caso de Ezkioga, quedaba patente el papel de la fotografía en la construcción de los fenómenos visionarios en la década de 1930; en el proyecto en torno a Garabandal, Julia Montilla añade piezas audiovisuales, en concordancia con los medios tecnológicos a disposición de cada época.

Alexander Apóstol

Artista: Alexander Apóstol Pulse para ampliar

En la obra mural 'Partidos políticos desaparecidos', Alexander Apóstol (Barquisimeto, Venezuela 1969) realiza un juego simbólico-estético a partir de las tarjetas de votación o boletas electorales de los partidos políticos minoritarios que, surgidos en democracia, fueron desapareciendo de forma paulatina durante el período de mandato de los últimos gobiernos democráticos, hasta extinguirse definitivamente con la llegada de Hugo Chávez y Nicolás Maduro al poder en las últimas décadas del siglo XX. Ese panorama multicolor de la pluralidad política en la Venezuela reciente involucionó hasta la pérdida de la diversidad política.

Partidos políticos desaparecidos, uno de los trabajos más recientes del artista, documenta las imágenes gráficas de esos extintos partidos minoritarios participantes en una democracia desencantada. En este gran mural pictórico-fotográfico, el artista juega con la herencia visual de la propaganda política del país suramericano, específicamente con su amplia paleta cromática, que, según Apóstol, puede asociarse al protagonismo del constructivismo venezolano y su visión geométrica como signo modernista del país.

Esta obra tiene importancia para las colecciones del MNCARS porque entronca con la herencia constructivista venezolana, de la cual el Museo atesora magníficos exponentes de la talla de autores como Jesús Rafael Soto. La obra de Apóstol permite revisitar un lenguaje plástico definitorio para la modernidad y el arte contemporáneo de la región, actualizando las implicaciones de esa tradición y penetrando de manera cardinal en la realidad social del país, apropiándose de la gráfica política y haciendo un comentario irónico sobre el colapso de los ideales modernos en América Latina. El área de colecciones del Museo mantiene abiertas distintas líneas de investigación en torno a los ecos de la modernidad en el presente de la cultura visual global, siendo esta obra de Alexander Apóstol un excelente ejemplo de las mediaciones estéticas e intertextuales que el arte contemporáneo incorpora respecto a la historia del arte.

Alexander Apóstol vive y trabaja en España. Estudió Artes en la Universidad Central de Venezuela. Es uno de los artistas contemporáneos venezolanos de mayor proyección internacional.

Ana Laura Aláez

Artista: Ana Laura Aláez Pulse para ampliar

La escultura de pequeñas dimensiones Culito, de Ana Laura Aláez (Bilbao 1954), se relaciona con una serie de obras de los noventa que se relacionan con la epidemia del SIDA y los tabúes sexuales que conllevó a que la sociedad estigmatizara algunas prácticas amorosas, como la que se alude aquí con el concepto de orificio taponado. Otras obras de este momento tienen similar significación como Pantalón preservativo de 1992, o Corona, en alusión al virus, de 1995, y expresan igualmente la «autopreservación» constante en toda la sociedad y los media. Sobre esta invención plástica de Ana Laura, es coherente aludir a la reflexión de Paul B. Preciado que explica que el desplazamiento de la privado a lo político, en la obra escultórica y visual de la artista, conlleva una superposición de significados que funciona a través de la analogía visual y sensorial. Esta pieza en la que es clara su «intensa sensorialidad de un tacto fantaseado» en sus palabras, expondría «una doble filiación anatómico-política», pues genera una tensión entre el volumen como concepto artístico del cuerpo y el arma o la bomba. Asimismo, Preciado interpreta la obra como una «crítica feminista de la objetivación heteronormativa del cuerpo femenino como cavidad penetrable y simultáneamente erotiza ese volumen».

Ana Laura Aláez (Bilbao 1954) se licenció en escultura en la Facultad de Bellas Artes de Bilbao en 1989, y continuó su formación en los talleres de Ángel Bados y Juan Muñoz en Arteleku. Representa a una generación de artistas que rompen con la fuerte tradición de la escultura vasca, siendo quizá una de las que opta por una acción más radical, al alejarse de los presupuestos estilísticos y conceptuales del postminimalismo y aportar ironía, humor, nuevos materiales, estética Kitsch y vínculos con representaciones populares de la baja cultura. En 1991 viaja a Nueva York y a su vuelta, destaca su exposición en el Espacio 13 de la Fundación Joan Miró de Barcelona, titulada Superficie, donde muestra la instalación Mujeres sobre zapatos de plataforma, ahora en la colección de la Caixa.

Aláez está representada en la colección de escultura dos que pertenecen al depósito de Soledad Lorenzo, son La bestia y Aullido, ambos bronces de 2009. Más pequeña pieza de punto de lana titulada Superwoman de 1993.

Sonia Navarro

Artista: Sonia Navarro Pulse para ampliar

La obra Vida cotidiana, 2024, forma parte de la última producción de la artista Sonia Navarro (Puerto Lumbreras, Murcia,1975). En ella se pone de manifiesto la línea fundamental de su trabajo, en el uso de los materiales textiles como referencia al mundo doméstico femenino y su invisibilidad ante la sociedad.

Los trabajos de costura y bordados de las mujeres, que se desarrolló especialmente en entornos rurales, donde el buen hacer y la tradición era transmitidas de generación en generación, se convierte en un alegato al trabajo femenino y a ese universo de aislamiento en el interior del hogar, donde se realiza un trabajo silencioso, anónimo e infravalorado por la sociedad. Se trata de un trabajo en el que podemos encontrar ciertas inspiraciones en artistas como Mary Kelly o Louis Bourgeois, las cuales en algún momento de su carrera, han hecho a la cultura doméstica y los cuidados, partícipe en sus trabajos artísticos.

Esta obra dialoga con el trabajo de otras mujeres artistas que trabajan con el textil como Aurelia Muñoz, Maja Bajevic o los bordados de la Cooperativa Gráfica La Voz de la Mujer, utilizando esta técnica y materiales como medio de crítica ante la injusticia social. Sonia Navarro realiza un trabajo que desafía y confronta los mecanismos de poder y sus instituciones, especialmente aquellas que han contribuido al establecimiento de una jerarquía entre géneros, relacionando a las mujeres con el trabajo doméstico y la imposibilidad de movilidad, reflexionando sobre la lucha constante de las mujeres contra las convenciones sociales establecidas, que se inscribe en las líneas del museo que buscan romper con estos convencionalismos.

Regina Giménez

Artista: Regina Gimenez Pulse para ampliar

La obra de la artista Regina Gimenez (Barcelona, 1966) El sol i la taula está compuesta por un conjunto de 65 plantillas de metacrilatos creadas a partir de diferentes formas geométricas que son normalmente utilizadas en las representaciones gráficas y que eran habituales en la pedagogía del siglo pasado para explicar la astronomía: eclipses, órbitas, planetas y fases lunares, es decir círculos, semicírculos, elipses y rectas que la artista utiliza para realizar 50 plantillas perforadas como las que se utilizaban para dibujar elementos geométricos en los ámbitos educativos. Según la artista, esta obra: “está hecha a la medida de un juego de niños, y espera ser activada por un público infantil” o adulto “que realice sus propios dibujos y composiciones”. La artista se inspira en los diseños de las vanguardias históricas y busca activar la obra desde un espíritu colaborativo, que denomina horizontal, no jerárquico.

Formada en Bellas Artes en la Universidad de Barcelona, la obra de Regina Giménez se ubica en la abstracción geométrica con especial consideración al color. Ha realizado obra pictórica, collages fotográficos, obras en metacrilato y grandes telas que están entre lo pictórico y lo teatral, libros de artista, y obra gráfica. Sus trabajos tienen un acercamiento a la abstracción geométrica desde el punto de vista sensorial, por ello los materiales y el color son fundamentales en sus obras. Las texturas y las cualidades de la materia se unen al sentido del color para configurar sus obras que evocan planetas, eclipses y órbitas, elementos habituales en la ciencia y el estudio del cosmos. Ha recibido el primer premio de la Biennal de Arte de Tarragona (2010), el Primer Premio de Ricard Camí de la Caixa de Taragona en 2001 y el Primer Premio de las ediciones 30 y 37 ª de la Sala Parés (1998 y 1995).

Eli Cortiñas

Artista: Eli Cortiñas Pulse para ampliar

The Most Given of Givens es una obra icónica dentro de la producción de Eli Cortiñas (Las Palmas de Gran Canaria, 1979). En una triple pantalla y con una duración total de 11 minutos, la artista se apropia de materiales fílmicos heterogéneos para desmontar el mito racista de Tarzán, el hombre-mono, el buen salvaje blanco, y la visión occidental del continente africano.

Consigue afinar el montaje de secuencias, ecos, flashes, tomados de la saga cinematográfica de Tarzán realizada en Hollywood en los años 40 del s. XX y de películas de aventuras, como Jurasic Park y La guerra de las galaxias, para poner en cuestión la supuesta visión objetiva del cine antropológico y el concepto de cultura. Incorpora fragmentos de la película de Chris Marker y Alain Resnais, Les Statues Meurent Aussi, como una de las primeras referencias de lo que ha sido la cultura para Occidente: “Cuando los hombres mueren, entran en la historia. Cuando las estatuas mueren, entran en el arte. Esta botánica de la muerte es lo que llamamos cultura”. A través de esas mismas imágenes, Cortiñas hace el relato opuesto y nos propone recolocar la mirada. La pieza cuestiona la proyección maltratada de un continente que no pudo producir sus propias imágenes fílmicas hasta liberarse del poder colonial.

El trabajo de Eli Cortiñas no está representado en la Colección del Museo. Con esta adquisición, se incorpora una de sus piezas fundamentales al tiempo que se refuerza el segmento dedicado al vídeo español, dentro del Servicio de Cine y Vídeo.

Eli Cortiñas es una artista canaria de ascendencia cubana que vive en Berlín. Estudió con Matthias Müller y Marcel Odenbach en la Academia de Medios de Colonia y en la European Film College Ebeltoft, Dinamarca. Compagina la docencia, actualmente es profesora de Media Art en la Academia de Bellas Artes de Leipzig, con su práctica artística, gracias a la cual ha recibido numerosas becas de investigación y residencias como las de la Fundación Botín, Kunstfonds, Villa Massimo, Senado de Berlín, Villa Sträuli, Instituto Goethe, Kölnischer Kunstverein, Rupert y Karl Schmidt Rottluff, entre otras.

Nuria Güell

Artista: Nuria Güell Pulse para ampliar

La práctica artística de Nuria Güell (Girona, España, 1981) se caracteriza por una permanente confrontación, por el cuestionamiento de convenciones morales y restricciones sociales. Más que entender la práctica artística como un ejercicio cultural, esta artista concibe su trabajo como una intervención social y políticamente necesaria en la que lo cultural y lo establecido se ponen en tensión.

En 2010, y como consecuencia de la crisis financiera global que estalló en 2008, gran parte de la opinión pública empezó a interesarse por la gestión económica nacional e internacional y a mirar con recelo hacia las entidades bancarias y al sistema capitalista en general. En ese contexto, Núria Güell organizó varias plataformas de difusión y formación ciudadana sobre estrategias para expropiar dinero a entidades bancarias. Su intención consistía en trazar un plan para aplicar a los bancos la misma ley que ellos aplican a sus clientes: el sistema de reserva fraccionaria, que es el mecanismo a través del cual los bancos crean dinero de la nada. El plan fue dividido en dos fases. La primera consistió en la realización de un encuentro pedagógico bajo el título «¿Cómo podemos expropiar dinero a entidades bancarias?» impartido por el economista Qmunty y los expropiadores de bancos Lucio Urtubia y Enric Duran. La segunda, fue la creación y publicación de un manual con diferentes estrategias de expropiación, asesoramiento legal y textos reflexivos que se distribuyeron y pusieron en circulación pública de manera gratuita.

La obra Vídeo Aplicación legal desplazada # 1: reserva fraccionaria, (2010-2011) tiene importancia para el Reina Sofía porque permitiría la representación dentro de las colecciones del Museo de una de las artistas más relevantes de las jóvenes generaciones creativas catalanas que han dado continuidad a las poéticas feministas conceptuales de los años setenta, y que forman un importante núcleo dentro de los fondos del Museo en relación con el momento de la transición. La obra de Nuria Güell reactiva el espíritu de intervención y crítica social que animó esas propuestas de las mujeres artistas en el tardofranquismo y la transición, proponiendo en el presente una deconstrucción de las estructuras fallidas de gobernanza y poder de la democracia asentadas en la perpetuación del heteropatriarcado. Las investigaciones en el área de colecciones del Museo abordan ampliamente las heterogéneas facetas de las prácticas artísticas feministas y los discursos del arte contemporáneo que plantean diversas formas de análisis de lo político, aproximaciones expresadas de manera singular en el trabajo de la artista Nuria Güell.

Sahatsa Jauregi

Artista: Sahatsa Jauregi Pulse para ampliar

Izarrak, de Sahatsa Jauregi (Itaparica, Brasil, 1984) pertenece a una serie de trabajos que forman diferentes ensamblajes de objetos, algunos encontrados y otros manufacturados por la artista. Sostenidos por fuerzas en tensión que les dan cuerpo, los ensamblajes reúnen siluetas de partes del cuerpo hechas de chapas de metal recortadas que a menudo estiran o se sostienen gracias a elementos textiles. Su composición es producto de una temporalidad específica y la posibilidad de transformación está siempre latente en las obras. Esta potencialidad y la relación que la artista establece con su trabajo los dota de un carácter performativo.

Estos ensamblajes se realizan con un tipo de hilo de soldadura que no necesita de la propulsión de un gas externo porque ya lo tiene incorporado. Esta idea de tecnología interiorizada hace parte metafórica de los cuerpos que se ensamblan. Jauregi crea una sucesión de personajes suspendidos, instalados como cuerpos transitorios. Son cuerpos formados por diferentes tecnologías; prostéticos, musculados, decorados, a veces excesivos. Partiendo a menudo de la fotografía como modelo, las esculturas de Jáuregi expresan el deseo de crear y materializar situaciones que le resultan estimulantes.

Sahatsa Jauregi es una de las escultoras actuales de mayor originalidad y riqueza en los planteamientos formales y conceptuales sobre la especificidad del género y el medio escultórico. Su trabajo no está representado en la colección y vendría a incrementar la nómina de artistas mujeres que es una de las vías necesarias de crecimiento de la colección en los últimos años.

Nora Aurrekoetxea

Artista: Nora Aurrekoetxea Pulse para ampliar

Nora Aurrekoetxea (Bilbao 1989) plantea sentimientos como la violencia, el amor, o el miedo, desde su concepto psicológico y lingüístico y lo traduce en volúmenes e interacciones en el espacio con una diversidad material y formal encomiables. Kurba (ballena beso baile) formó parte de la site specific creada para Racoon Project de Barcelona, con comisariado de Margot Cuevas y Vera Martín, donde presentó también Kurba (3 petting) de 45 x 250 x 60 cm realizada con tela de cemento, toallas y varillas roscadas.

En Kurba (ballena beso baile) se ahonda en las ideas y materialidad con una presencia plástica fuerte. En el texto en Racoon las comisarias comentan que la obra se refiere a un fragmento de espacio, con la imagen del biombo, de la cortina donde algo se muevo porque se afecta: «Cambiar de sitio, cambiar de posición, verlo en la foto guardado adaptarse rápido al cambio, moverse mucho, adaptarse, moverse en el dicha, mover, foto, mover». Con el subtítulo (ballena beso baile) la obra de gran escala plantea una conexión entre esa apariencia negra y algunas de las acciones de propio cuerpo en relación con eros.

Pensando en Kurba (ballena beso baile) viene a la memoria las palabras de la propia artista que explica que para ella el trabajo con el lenguaje ha sido una experiencia «reveladora y reafirmativa» que no le importan «tanto el significado de lo que se lee sino la sonoridad del lenguaje el cuerpo /forma que este toma». La obra explora el lenguaje corporal y el verbal en relación con el espacio cotidiano, el vivido más íntimamente.

Licenciada en Bellas Artes por la Universidad del País Vasco (2013), en 2017 gana la Beca de la Fundación Botín que le permite completar el máster de escultura del Royal College of Art de Londres (2017-19). Ha cursado estudios de postgrado en Sexología en el Instituto Científico Sexológico de Madrid (2011-13), una formación crucial para su obra que explora la instalación, la escultura y la performance. Actualmente vive en Holanda como Residente en la Rijksakademie ven beeldende Kunsten (2023-24). Ha recibido numerosos premios y becas, entre 2018 y 2019 fue residente en la Cité internationale des art de París y Solomon R. Guggenhein, Nueva York.

Elena Alonso

Artista: Elena Alonso Pulse para ampliar

La obra Antojo fue la contribución de Elena Alonso (Madrid, 1981) a la exposición Querer parecer de noche del CA2M de Madrid en 2019, en la que se planteó una revisión de su trabajo en los diez años previos. Construida como un arco de medio punto de paso entre las salas de exposición. Las jambas del hueco de 160 cm. y el intradós del arco contienen los elementos que constituyen la obra en madera, escayola y baldosa. Se constituye como un trabajo escultórico- arquitectónico con una «delirante mezcla de géneros», románico, secesionista vienés y una fisonomía entre geométrica y sensual. Julia Morandeira ha escrito que en esta obra «acariciamos con la mirada un cuerpo hecho arco, cuyas dovelas y apliques no ahuyentan interpretaciones sexuales, pero tampoco las confirman». La ambigüedad interpretativa en la obra de Alonso es una constante desde sus primeras dibujos, siempre armónicos y hermosos, de ricas texturas que instan al tacto a la vez que a la visión.

Tras la muestra Canto blando, de pequeñas relieve en escayola de 2016 y la exposición de Matadero en 2017, en la que se plantea una intervención espacial que pone en valor la arquitectura de la sala mediante un elemento «escultorico-arquitectónico» personalísimo que obliga al espectador a una experimentación háptica del espacio. Antojo está concebida como un elemento arquitectónico en sí. No es solo reflejo de la evolución de la artista desde el dibujo a la tridimensionalidad de los relieves de sus series posteriores, como Baldosas y Modelos, de tan sensual acabado, también introduce el elemento escala, y pone en relación espacial directa sus formas suaves, redondeadas y absurdas desde el punto de vista arquitectónico, con la propia corporeidad del espectador.

Elena Alonso es Licencia en Bellas Artes por la Universidad Complutense de Madrid (2006), en 2004 disfrutó de una beca de formación académica en Kungliga Konsthögskolan de Estocolmo y en la Universidad de Vigo. En 2007 estudia e la Kuvataideakademia de Helsinki. En 2009 sigue el Taller de la Cátedra Juan Gris impartido por el artista Jorge Pineda en la Universidad Complutense y al año siguiente realiza el Máster de Arte, Creación e Investigación de misma Universidad (2010).

Josep Ponsatí

Artista: Josep Ponsatí Pulse para ampliar

En 1971 Josep Ponsatí (Banyoles, Girona, 1947) construyó su primer hinchable, en el marco de la Primera Muestra de Arte Joven, considerada hoy uno de los primeros escenarios de despliegue del arte conceptual de Cataluña. Desde entonces, este artista ha centrado su expresión plástica en la producción de hinchables de grandes dimensiones. Si bien el “lanzamiento” o puesta en escena de estas estructuras aéreas tenía un carácter lúdico y participativo, iban siempre precedidas de un cálculo y de un largo proceso técnico. La pieza Ponsatí III Peça, Cap de Creus - Cadaqués – Benidorm que ahora se adquiere, reeditada en 2023 con motivo de la exposición Meridiano Espíritu Fantástico, constituye uno de los módulos de la pieza original, de mucha mayor complejidad y no conservada hasta la fecha. Esta se alzó primero en el Cap de Creus y en Cadaqués en 1972, alcanzando los 160 metros y después, en Benidorm donde se elevó cerca de 300 metros. Por lo tanto, se trata de una pieza que formó parte de un evento histórico de enorme relevancia dentro de la historia de los conceptualismos en España. Además, se suma un audiovisual que describe el proceso creativo del artista y la dimensión que toman sus obras una vez expuestas.

Esta será la primera obra de este artista histórico en ingresar en la colección del Museo, enriqueciendo el núcleo de artistas de su generación ya presentes en la colección, que trabajaron el arte conceptual, junto a otros como Francesc Abad, Muntadas, Miralda, Robert Llimós, Àngels Ribé, Francesc Torres, Ignacio Gómez de Liaño o Paz Muro; relacionándose también con arquitectos utópicos que investigaron estructuras hinchables, como José Miguel de Prada Poole.

Belen Uriel

Artista: Belen Uriel Pulse para ampliar

Belén Uriel nació en Madrid, España, en 1974, y vive y trabaja en Lisboa, Portugal. La práctica artística de Belén Uriel se centra en los objetos domésticos y en cómo la forma en que nos relacionamos con ellos puede condicionar nuestros hábitos sociales. Se centra en las cualidades escultóricas de materiales como el vidrio y el metal en la representación de formas orgánicas que tienen su origen en el diseño de objetos que acomodarían, sostendrían o tendrían relación con el cuerpo humano. Elementos derivados de sistemas de protección del cuerpo, reordenados por la artista, parecen transformarse ellos mismos en partes anatómicas, reconstruyendo parcialmente y volviendo a los cuerpos que indirectamente inspiraron su forma. Se incluyen a la Colección del Museo dos de sus obras más recientes en la exploración del vidrio como material: Shell (3017) de 2023 e Inço, de este mismo año.

Sus exposiciones individuales y dobles más recientes incluyen: Jamais o Acaso, UPPERCUT, Lisboa (2022); Green Rim, Cascina I.D.E.A, Agrate Conturbia (2022); Rayo Verde, THE RYDER, Madrid (2021); ANTES, DESPUES, AYER, MIENTRAS, AHORA, Madragoa, Lisboa (2020); Bonança, CA2M, Madrid (2019); Tandem: Gabriel Abrantes y Belén Uriel, Alexander and Bonin, Nueva York (2019); Estudos do Labirinto, con Ana Santos, Museo da Marinha, Lisboa (2018) Qualia, Sismógrafo, Oporto (2018); Descanso, Madragoa, Lisboa (2017); Topázio, Gabinete, Lisboa (2017); segunda-feira, Culturgest, Lisboa (2016); Sand, Paper, Scissors, Projektraum Museum, Wiesbaden (2016); Lama no sapato, Parkour, Lisboa (2014); Pedra, Papel e Tesoura, Pavilhão Branco, Galerias Municipais, Lisboa (2013); Ni Blanco, Ni Negro, Appleton Square, Lisboa (2011).

Ha sido galardonada con el VI Premio Audemars Piguet, ARCO Madrid (2018); Programa de Apoio ás Artes Visuais Fundación Calouste Gulbenkian, Lisboa (2015); El Motehermoso de Arte e Investigación, Centro de Arte Contemporáneo Montehermoso, Vitoria (2011); VI Edición de las Becas de Creación Artística MUSAC, León (2010-11); Becas de Creación de Arte Contemporáneo Matadero, Centro de Arte Matadero, Madrid, (2010).

Ana Gallardo

Artista: Ana Gallardo Pulse para ampliar

Ana Gallardo (Rosario, Santa Fe, Argentina 1958) es una artista autodidacta que desarrolla su trabajo entre México y Buenos Aires. Su obra se inserta desde la década de los noventa en los discursos feministas que denuncian la precariedad y la violencia contra las mujeres. Sus trabajos constituyen un gran entramado afectivo e íntimo de historias personales, a veces ligado a sus propias vivencias y otras unido a pequeños núcleos sociales, marginados e invisibilizados.

Esta instalación sonora, CV laboral, funciona como un espacio de escucha personal, en el que cada espectador entra en contacto íntimo con un relato, contado por la propia artista en primera persona. El contenido autobiográfico, en el que esta artista autodidacta va narrando de forma sencilla los diversos trabajos por los que ha deambulado a lo largo de su vida laboral (subempleos subsidiarios de asistencias en galerías, en ferias, de venta ambulante, etc.), muestra un escenario de precariedad. Del mismo modo, asoman las contradicciones del sistema del arte, en el que los artistas se sienten con frecuencia desprotegidos. Una obra que al ser integrada en la colección y presentada dentro de un museo, adquiere una dimensión autocrítica.

El interés de esta obra para la colección del Museo reside en múltiples cuestiones, tales como el enriquecimiento de la colección de arte latinoamericano a través de la adquisición de artistas de media carrera, que sin embargo no son tan conocidos en el contexto español, lo que hace de la colección del Museo Reina Sofía un espacio privilegiado para la investigación de las prácticas poético-políticas del Sur. También es una pieza relevante para analizar cuestiones muy presentes en esta colección, como es la marginalidad asociada a cuestiones de género, raza o edad.

Alicia Herrero

Artista: Alicia Herrero Pulse para ampliar

En los dípticos Erotismos, de la serie Huacos eróticos, Alicia Herrero (Quilmes, Buenos Aires, 1954) se apropia de la imagen de estos estigmatizados objetos precolombinos de cerámica con representaciones eróticas. A contracorriente de los prejuicios y tabúes de la sexualidad moderna occidental, adoctrinada por la moral de un sujeto blanco, burgués, judeocristiano, heteropatriarcal y heteronormativo, estas representaciones explícitas de una sexualidad diversa y creativa sitúan los cuerpos y el placer en el centro de la vida. Históricamente, dichas representaciones han sido silenciadas, negadas y hasta destruidas, clasificadas bajo una perspectiva eurocéntrica como vulgares expresiones obscenas; y observadas en tanto evidencias materiales de la supuesta inmoralidad de los pueblos y culturas “primitivas” no europeas. Bestiales, animales, instintivas, son apenas algunas de las adjetivaciones racistas y discriminatorias que la racionalidad moderna aplicó a estas representaciones, que quedaron fuera de los repertorios de la Historia del Arte.

Quizás, la visión crítica de Alicia Herrero reivindica la función social de estas representaciones y objetos usualmente depositados en las tumbas como parte del ajuar funerario en distintas civilizaciones prehispánicas. Rodeando al muerto para celebrar la vida en toda su complejidad y relaciones, en la cual la sexualidad como placer de la carne, pero también como acción de engendrar vida, ocupa un rol primordial. En las sociedades andinas el cuerpo humano era el instrumento esencial para comprender el mundo, incluido el paisaje natural y el universo. Esos cuerpos de barro son vasijas, cuerpos contenedores de líquidos. En comunidades esencialmente agrícolas, a través de estas representaciones se invocaba la regeneración de la vida, la abundancia, la energía creadora y la fertilidad.

Esta artista visual desarrolla su obra en múltiples medios tales como instalación, objetos, dibujos, pinturas, video y performance. Es una de las artistas más representativas de la escena contemporánea del arte argentino.

Regina José Galindo

Artista: Regina José Galindo Pulse para ampliar

Las obras de Regina José Galindo (Guatemala, 1974) exploran universalmente las implicaciones éticas de la injusticia social, la discriminación de género y raza, y otros abusos causados por relaciones injustas y dominadas por el poder en la sociedad actual. Su obra El dolor en un pañuelo, de 1999, denuncia la violencia contra las mujeres proyectando un titular de periódico sobre su propio cuerpo desnudo y atado a un lecho, en referencia a la fantasía de indefensión que lleva implícita la llamada “cultura de la violación”.

Ha participado en numerosos eventos, entre ellos: Documenta14 (Kassel y Atenas), las ediciones 54ª, 53ª, 51ª y 49ª de la Bienal de Venecia, la 11ª Bienal Internacional de Cuenca, la 29ª Bienal de Artes Gráficas de Liubliana, la Bienal de Sharjah, la Bienal de Pontevedra 2010, 17ª Bienal de Sidney, 2ª Bienal de Moscú, 1ª Trienal de Auckland, Venecia-Estambul, 1ª Bienal Canaria de Arte y Arquitectura, 4ª Bienal de Valencia, 3ª Bienal de Albania, 2ª Bienal de Praga, 3ª Bienal de Lima. En 2005, Galindo fue galardonada con el León de Oro de la 51ª Bienal de Venecia en la categoría de "Jóvenes Artistas". En 2011, fue galardonada con el Gran Premio de la Bienal de Artes Gráficas de Liubliana. La artista es también una aclamada poeta: en 1998 recibió el Premio de Poesía de la Fundación Myrna Mack.

Miguel Ángel Rojas

Artista: Miguel Ángel Rojas Pulse para ampliar

Miguel Ángel Rojas (Bogotá, 1946) es un arquitecto, artista y fotógrafo, cuya propuesta artística trata temáticas como lo marginal, la violencia, las sustancias psicotrópicas, el narcotráfico y lo sexual, entendido como espacio íntimo e infinito de luz y sombra en lo humano.

La obra David #5 surge de una actitud crítica del artista frente a las estructuras sociales y económicas del país. Originalmente se inspiró por una columna de imitación clásica que Rojas encontró a las afueras de Bogotá. Así nacieron unas fotografías llamadas Palafitos, que tenían como fin contrastar la pierna de una mujer de élite, con la de un soldado colombiano víctima de una mina, señalando así las brechas y heridas sociales en el conflicto armado colombiano. En otra obra, el artista presentaba a los soldados mutilados como pilares sobre los que se posa el conflicto en el país, y que al quebrarse muestran el testimonio de una herida que jamás sanará. Cuando el artista realizó la primera fotografía se dio cuenta de que continúa la conexión con lo clásico, pues lo que se está presentando ante él es la imagen de un hombre que, en medio de su desmembramiento, posa digno y bello de forma semejante a una de las esculturas más esbeltas y vigentes de la historia del arte: el David de Miguel Ángel Buonarroti. Así aparece entonces esta figura de un David que no presenta un ideal de belleza, sino que expone la crueldad de la guerra y de lo irreversible. Esta obra se suma a otras del artista presentes en la Colección del Museo.

Elisa Montessori

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La italiana Elisa Montessori (Génova, 1931), pasa a formar parte de la Colección del Museo con la obra Erbario (1978). Montessori es una artista polifacética que utiliza múltiples técnicas. Se formó en Roma como dibujante y pintora en el estudio de Mirko Basaldella, con quien comenzó a introducirse en la cerámica, la orfebrería y el grabado y a utilizar técnicas como el temple al huevo. Otro aspecto importante de su producción que remarca su versatilidad es que, a partir de la década de 1980, se interesó por el papel de la ilustración y la relación entre imagen y texto tanto en la poesía como en la literatura.

Asimismo, su carrera artística está marcada por la influencia mutua de las culturas occidental y oriental, especialmente la china, algo notorio en la refinación de sus trabajos. Conoció la cultura oriental gracias a su marido, el ingeniero italo-chino Mario Tchou, lo que marcó irreversiblemente su carrera, orientando su interés hacia una representación caligráfica de la imagen, elegante y rara, que no renuncia a la expresividad del color.

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