Desde su creación, el Archivo adquirió el carácter de una oficina de trabajo documental. Por encargo del monarca, personalmente o a través de sus escribanos, se buscaban documentos archivados que en aquel momento se necesitaban. En forma ordinaria se llevaban a cabo estudios documentales, como relaciones de castillos enfeudados, concesiones de ferias y mercados etc. En la primera época trabajaron en él escribanos reales; pero a partir de 1345 consumió allí sus horas un escribano, primero designado como ‘tinent les claus de l’Arxiu reial’, y algo más tarde como archivero. La tarea fundamental del archivero es la custodia del material, su ordenación, y la confección de inventarios que permitan su localización. Después, bajando a más detalles, debe confeccionar índices. Desde siempre, lo que ha tomado más tiempo a los archiveros son las búsquedas puntuales, para procurar información solicitada, o para certificados. Por otra parte, se ha conservado como medio centenar de trabajos sustantivos, hechos dentro del Archivo, llamados ‘memoriales’.
Figura 1 ‘Memorial’ o relación de propiedades y alienaciones del patrimonio real, elaborado a partir de los registros conservados en el Archivo. Empieza con Jaime I (1234) y acaba con Jaime II (1305). Se puede atribuir a Mateo Botella, escribano de Jaime II.Salto de línea Col. Memoriales, núm. 6, fol. 65r.
Figura 2 (a) Inventario de los principales pergaminos entonces conservados en los armarios del Archivo. Escrito de mano de Pedro Perseia, escribano real y primer archivero (+ 1348). Un siglo más tarde, el inventario aún servía y se le añadían complementos.Salto de línea Col. Memoriales, núm. 3, fols. 71v-72r
Figura 2 (b) Inventario de los principales pergaminos entonces conservados en los armarios del Archivo. Escrito de mano de Pedro Perseia, escribano real y primer archivero (+ 1348). Un siglo más tarde, el inventario aún servía y se le añadían complementos.Salto de línea Col. Memoriales, núm. 3, fols. 71v-72r
Figura 3 Albarán del rey Pedro el Ceremonioso al archivero para que busque el testamento de Jaime I y dé copia de él a la condesa de Ampurias. No lleva fecha, pero no es posterior a 1363.
Figura 4 (a) Libro abierto en el año 1363 para anotar el préstamo de documentos del Archivo a los funcionarios de la Real Cancillería que los solicitaban. Acto seguido, y hasta 1630, también se utilizó para anotar en él las relaciones de ingreso de registros. Col. Memoriales, núm. 51, fols. 74v-75r.
Figura 4 (b) Libro abierto en el año 1363 para anotar el préstamo de documentos del Archivo a los funcionarios de la Real Cancillería que los solicitaban. Acto seguido, y hasta 1630, también se utilizó para anotar en él las relaciones de ingreso de registros.Salto de línea Col. Memoriales, núm. 51, fols. 74v-75r.
Figura 5 (a) Signos notariales de escribanos reales de los siglos XIII y XIV, coleccionados y dibujados por el archivero Jaime García (+ 1475). Col. Memoriales, núm. 22, fols.135v-136r
Figura 5 (b) Signos notariales de escribanos reales de los siglos XIII y XIV, coleccionados y dibujados por el archivero Jaime García (+ 1475). Col. Memoriales, núm. 22, fols.135v-136r
Figura 6 Albarán del rey Juan II a Pedro Miquel Carbonell, notario de Barcelona, comunicándole su nombramiento como archivero. Zaragoza, 19 de diciembre 1476. Col. Historia del Archivo, núm. 538.
Figura 7 Breve inventario del Archivo redactado por Pedro Miguel Carbonell al tomar posesión del oficio de archivero, el 8 de enero 1477.Col. Memoriales, núm. 52, fol. 2r.
Figura 8 Súplica del archivero Pedro Miguel Carbonell al rey Ferrando II para que los registros concluidos sean depositados en el Archivo. Barcelona, 2 de mayo 1503.En aquel momento ya se tenía la triste experiencia de registros que se habían perdido por incumplimiento de la orden de ingresarlos en el Archivo. Col. Historia del Archivo, núm. 533.
Figura 9 Súplica del archivero Juan Viladamor al emperador Carlos V para que el oficio de archivero continúe en su hijo. No lleva fecha, pero debe de ser de 1533.La sucesión generacional de archiveros ya tenía precedentes. Berenguer Segarra (+1392), Diego García (+1440) y Pedro Miguel Carbonell (+1517) habían sido sucedidos por hijos suyos.Col. Historia del Archivo, núm. 1068.
Figura 10 Primer tomo del inventario general del Archivo, tanto en escrituras como en volúmenes, ordenado por el rey Felipe I (II de Castilla). Fue redactado entre los años 1584 y 1590, y sirvió para las búsquedas documentales hasta entrado el siglo XIX. Es atribuido a Bernardo Macip, notario de Barcelona.Col. Memoriales, núm. 70/1, portada
Figura 11 (a) Capítulos de la Corte General celebrada en Barcelona por el Archiduque Carlos, titulado rey, aprobados en 1706. Por primera vez unas Cortes se ocupaban de reformas en el Archivo, y reglamentaban los trabajos de inventarios y de índices que se deberían elaborar.Biblioteca, XXX/1/19, pp. 154-155.
Figura 11 (b) Capítulos de la Corte General celebrada en Barcelona por el Archiduque Carlos, titulado rey, aprobados en 1706. Por primera vez unas Cortes se ocupaban de reformas en el Archivo, y reglamentaban los trabajos de inventarios y de índices que se deberían elaborar. Biblioteca, XXX/1/19, pp. 154-155.
Figura 12 Dibujos de sellos de reinas de Aragón, originales de Francisco Javier de Garma, archivero (+ 1783). Corresponden a Sancha de Castilla, Leonor de Sicilia, Yolanda de Bar, María de Luna y María de Castilla. Col. Manuscritos, Miscelánea, núm. 254, fol. 56r.
Figura 13 Lámina con sellos del rey Alfonso el Magnánimo, hacia 1754. El grabado es de Ignacio Valles, sobre dibujo de Francisco Javier de Garma. Forma parte de una colección de grabados de sellos reales que no llegó a publicarse. Col. Manuscritos, Miscelánea, núm. 254, lámina suelta
Figura 14 Real Cédula de Ferrando III, del 7 de febrero 1754, con el reglamento sobre los trabajos que deberían llevarse a cabo en el Archivo. Este es designado oficialmente, a partir de ahora, como Archivo de la Corona de Aragón. Col. Historia del Archivo, Caja VI.
Figura 15 Real Cédula de Carlos III aprobando el expediente del traslado del Archivo, desde el antiguo Palacio Real Mayor, al Palacio de la Audiencia, de Barcelona. El Pardo, 18 de febrero 1772.Como muestra de la satisfacción del monarca por la tarea de los funcionarios del Archivo, la Real Cédula fue expedida escrita sobre pergamino y encuadernada lujosamente.Secretaría.
Figura 16 Matrices de los sellos oficiales que debería emplear el Archivo para las certificaciones documentales. Fueron enviados desde Madrid, por orden del conde de Floridablanca, el año 1782. Anteriormente se usaba el sello personal del archivero. Secretaría.
Figura 17 Inventario cronológico de los pergaminos del Archivo, concluido por Próspero de Bofarull el año 1819. El plan de la obra sigue la normativa del reglamento de 1754. Sala de Lectura, Armario de Inventarios 3/56, fols. 44v-45r.
Figura 18 Inventario de los manuscritos del monasterio de Santa María de Ripoll, ingresados en el Archivo durante el Trienio Liberal. Escrito de mano de Próspero de Bofarull.Secretaría, núm. 182.
Figura 19 Dibujo de la colocación del material del Archivo, en la Sala principal, en 1844. Los registros y volúmenes llenan las gradas, mientras los pergaminos, en fajos, ocupan los compartimentos inferiores. Col. Historia del Archivo, Caja VIII.
Figura 20 Memoria de la apertura del Archivo después de su traslado al Palacio del Lugarteniente, de Barcelona, en 1853. Escrita por su director, Manuel de Bofarull. Secretaría, núm. 20.