El tratado de Anagni fue una paz firmada en esa ciudad italiana por el papa Bonifacio VIII y los reyes Jaime II de Aragón, Felipe IV de Francia y Carlos II de Nápoles, para poner fin al conflicto internacional provocado por la conquista aragonesa del reino de Sicilia en 1282 por parte del padre de Jaime, Pedro el Grande.
A decir de los estudiosos, significó un cambio en la política de alianzas de la Corona de Aragón que, aunque no fue el último, sí que favoreció un hito en el desarrollo medieval de esta corona: su expansión territorial y económica por el Mediterráneo.
La política exterior aragonesa había significado el enfrentamiento directo con el papado y el reino de Francia, supuso para la Corona de Aragón la excomunión de su rey, el entredicho de sus reinos, el estallido de la llamada Cruzada Aragonesa decretada por el papa Martín V y, consecuentemente, el peligro para la propia monarquía y las pérdidas económicas y en vidas. Hasta el cambio de rumbo de Jaime II.
Anagni supuso varios hitos políticos. La reconciliación entre las familias aragonesa y angevina, entonces reyes de Nápoles. Con el papado, al abandonar Jaime II la facción antipontificia abrazada por su padre, y ser levantada la excomunión y el interdicto que pesaban sobre él. Con su tío, el rey Jaime II de Mallorca, aunque su reino quedase bajo tutela de Aragón. Y la cesión a Jaime de Aragón de las islas de Córcega y Cerdeña, el trampolín que necesitaba para la expansión marítima.
Se conservan tanto los documentos preparatorios, como las instrucciones del rey a sus embajadores para el tratado, y los documentos pontificios recibidos en Aragón. Y, además, un documento excepcional para conocer el desarrollo cotidiano de la embajada, las cuentas de su administrador.
Los documentos sobre legaciones internacionales se encuentran en las series Sigilli Secreti et Secretorum y Legationum de los registros de la Cancillería de Jaime II. Además, debe consultarse también el registro de la serie Varia titulado Revocationum Siciliae, sobre las órdenes inmediatamente derivadas del abandono de Sicilia. También hay noticias del tratado entre los pergaminos del tiempo de Jaime II, como los dos que ilustran este texto: el acta notarial del compromiso matrimonial entre Jaime II y Blanca de Anjou (ACA,CANCILLERÍA,Pergaminos,Jaime II,Serie general,512), o la del encuentro entre Jaime de Aragón y Carlos de Nápoles cerca de La Jonquera para ratificar personalmente el tratado (ACA,CANCILLERÍA,Pergaminos,Jaime II,Serie general,569). La cuenta de Jaume Bos, del viaje de la legación hasta Italia, se conserva en el fondo del Real Patrimonio.
Tanto los registros como las cuentas del viaje están disponibles digitalmente en el portal PARES.